Crisis preocupa a los diputados del PSUV - 800Noticias
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La fracción roja ha realizado ya tres reuniones para abordar los desafíos que entraña el III Congreso del PSUV, a celebrarse del 26 al 29 de julio.

A puerta cerrada, en las instalaciones de la Asamblea Nacional, los parlamentarios chavistas han expresado su inquietud por la crisis económica que azota al país.

«Hay mucha preocupación por la economía y por el malestar social. Algún colega ha dicho que si seguimos así, estamos al borde de un estallido social», comenta un miembro de la bancada oficialista.

El último cónclave se llevó a cabo la mañana del martes pasado. Allí volvió a brotar una aprensión compartida por muchos de los presentes. «La mayoría cree que no es el momento adecuado para desarrollar el III Congreso del partido, básicamente por la crisis política y económica, así como la apatía que se siente en las bases», apunta la fuente que ha participado en estas discusiones.

En el primero de estos tres encuentros intervino María Cristina Iglesias, encargada de la Secretaría Permanente del III Congreso. La contribución del primer vicepresidente del PSUV y líder de la AN, Diosdado Cabello, ha sido modesta en estas discusiones. «Suele instalar las reuniones y después se va, dejando en su lugar al jefe de la fracción, Pedro Carreño», relatan los consultados.

Sin cámaras ni micrófonos, los legisladores rojos han sacado a pasear sus tribulaciones. «Se ha criticado la baja producción petrolera, el costo de mecanismos como Petrocaribe y la situación cambiaria, entre otros asuntos», comentan.

La fracción chavista designó a sus representantes en las comisiones que guiarán el III Congreso del PSUV. Fernando Soto Rojas se ocupará del área internacional, Freddy Bernal estará en la parte organizativa, Jesús Montilla abordará la cuestión económica y Eduardo Piñate intervendrá en los aspectos ideológicos.

A Soto Rojas le han planteado que urge contrarrestar la «matriz de opinión negativa» que golpea al Gobierno, tras el inicio de las protestas contra el presidente Nicolás Maduro y las denuncias de represión, tortura y persecución política.

Sacudida interna

Los asambleístas rojos han señalado en sus intercambios que «el partido necesita reestructurarse». En este punto ha resaltado un documento elaborado por el diputado del estado Miranda, Carlos Echezuría, que lleva por título «Líneas estratégicas de acción política».

El texto en cuestión propone el «reconocimiento de las fallas y limitaciones político electorales, que permitieron que la derecha opositora sacara esa votación el 14 de abril de 2013».

Echezuría identifica como uno de los «retos» del PSUV «recuperar, reagrupar y rearticular las fuerzas dispersas, desmovilizadas, desmoralizadas o confundidas por el adversario o por nuestros errores».

En el escrito que ha sido revisado por todos los parlamentarios rojos, se admite que los comicios que llevaron a Maduro a Miraflores dejaron en evidencia distintas fallas en el funcionamiento del partido y su relación con la base social.

¿Cuáles serían las causas de aquel resultado? «Burocratismo, oportunismo, sectarismo y el gradual alejamiento de la base social bolivariana», advierte Echezuría.

El análisis del legislador mirandino alerta sobre la existencia de la «cultura capitalista» en el seno del PSUV, desviación que se expresaría en «algunos sectores que conciben el partido como un medio para el ‘ascenso social'».

«Algunos camaradas se consideran líderes absolutos e indiscutibles en sus espacios, y asumen la discrecionalidad de excluir del partido, y hasta de la revolución, a quienes se atreven a diferir o disentir», acota.

Con respecto a la vida interna de la organización, expresan en el documento: «es necesario reconocer que las aspiraciones de la militancia por lograr la democracia interna, en cierto modo, han sido frustradas por algunos militantes con cargo de dirección o de Gobierno, los cuales manejan recursos y gestionan cuotas de poder, para imponer a sus lealtades personales por encima de los auténticos liderazgos populares, leales a los principios revolucionarios. Esta situación obliga a una profunda revisión de los mecanismos de selección de nuestras autoridades y candidatos».

Echezuría avisa que «el confinamiento del partido en sí mismo, conduce al progresivo alejamiento de la cotidianidad del pueblo, al desconocimiento de sus demandas y problemas».

Sobre la conversión de la formación chavista en una plataforma para el fortalecimiento del poder popular, incluyen esta reflexión en el informe evaluado por la bancada roja: «es preciso reconocer que esta tarea ha sido, en muchos sentidos, descuidada por el PSUV, en parte presionado por circunstancias propias de nuestro proceso político, en parte como consecuencia de una valoración errada de la relación pueblo, partido y Gobierno».

 

Información El Universal

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