“Con lo que gano no puedo alquilar ni una habitación” - 800Noticias
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Estudió tres años y medio en un instituto técnico universitario en Caracas para obtener el título de TSU en Riesgo y Seguros con la expectativa de cubrir sus gastos e independizarse a través de su actividad profesional. Mariana Casella, de 35 años de edad, debe combinar su trabajo formal en la empresa de corretaje con el de las manualidades y una panadería para ganar hasta 10.000 bolívares.

“Mi padre, inmigrante italiano y nacionalizado venezolano, me enseñó el amor por el trabajo al que no le huyo y me gusta hacer, pero con la situación económica tan apretada que hay en el país tengo que multiplicarme para ayudar a mi papá en los gastos de la casa, como la comida y pagar el teléfono, el gas y la luz”, señaló.

Casella ingresó al mercado laboral muy joven, la carrera la estudió de noche y la pagó con el salario que devengaba en horario diurno como recepcionista en un consultorio dental, además de las otras entradas por las manualidades. Contó que en la empresa donde labora actualmente le pagan 5.000 bolívares mensuales y 600 bolívares adicionales del ticket de alimentación, pero el dinero rinde cada vez menos en un hogar donde viven además de ella, su padre, un hermano soltero, otro casado y su esposa, una hermana soltera y la otra con su hijo.

“Todos los adultos de la casa trabajamos y los reales no alcanzan”, reiteró Mariana. Se ha planteado vivir independiente, ayudando también económicamente a su familia, pero esa opción se cierra cada vez más. “Con lo que gano no puedo alquilar ni una habitación y mucho menos arrendar un apartamento o comprar uno propio”.

Estuvo averiguando y por una habitación cobran de 3.500 a 4.000 bolívares mensuales y prácticamente es solo para dormir porque no hay derecho a cocina ni a lavadora, lo que no puede cubrir con el sueldo de quince y último que le pagan en su trabajo formal, ya que no puede contar con los demás ingresos porque son intermitentes.

Pluriempleo en marcha. Desde pequeña Mariana ha tenido habilidad para las manualidades, por lo que hizo cursos, oficio que ahora explota económicamente. Fuera del empleo principal se dedica a pintar cajitas de madera, las cuales convierte en guarda-objetos o joyeros, y a elaborar y diseñar bisutería para la venta a particulares y tiendas.

Tiene su clientela, pero es consciente de que las ventas de estos artículos no repuntan ahora porque, igual que ella y su familia, la gente destina el dinero más a satisfacer las necesidades prioritarias como alimentos, medicinas y artículos de higiene personal, entre otras. “Por eso estoy abierta a cualquier otro trabajito que salga por allí para redondearme”.

Antes consideraba exagerado las historias de las personas mayores referidas a que en sus países debían tener varias ocupaciones para ganar el sustento. “Ahora soy un claro ejemplo de pluriempleo. Trabajo en la empresa ocho horas diarias de lunes a viernes, luego en las cajitas y la bisutería y los sábados se dedica a planchar cortinas en un local comercial que las confecciona”, anotó Casella.

El peregrinaje laboral, sin embargo, no se detiene allí. “Cada vez que me lo piden ayudo en el horno en la panadería que está frente a mi casa y atendiendo al público en la barra, por lo que me pagan”, expresó. Agregó que ahora no tiene novio porque los candidatos que ha conocido no llenan sus exigencias: “Responsabilidad y deseos de echar para adelante; por lo que prefiero estar soltera hasta que llegue el príncipe azul”.

La situación económica y la inseguridad en el país hicieron que Casella pensara en la posibilidad de instalarse en Italia, donde tiene varias tías y primos. Sin embargo, desistió: “Descubrí que la cosa allá también está difícil para trabajar y realizarte en tu propia profesión, que es lo que yo quiero. Solo hay oportunidades de empleo para cuidar ancianos y niños o hacer labores de limpieza en las casas, por lo que desistí de la idea”.

Gobierno y cambio económico
El fenómeno de realizar varios trabajos a la vez para amortiguar el impacto de la pérdida del poder adquisitivo, afectado por la alta inflación, ha llegado a Venezuela para quedarse si no hay un cambio a corto plazo de la política económica gubernamental, dijo Rodrigo Penso, coordinador del Frente Autónomo de Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato.

El representante de Fadess añadió que los salarios de los trabajadores del sector formal de la economía son mayoritariamente bajos porque están atados a la pérdida de la productividad y la contracción de la actividad económica de las empresas privadas y estatales, lo que impide cumplir meta del empleo decente con sueldo suficiente de la Organización Internacional del Trabajo.

Fuente: EL NACIONAL

 

 

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