Chavismo conmemora dos años de la muerte de Hugo Chávez en una Venezuela en crisis
Caracas, Venezuela |AFP | El chavismo conmemora este jueves en Venezuela dos años de la muerte de Hugo Chávez con actos protocolares organizados por el gobierno de su sucesor Nicolás Maduro, que enfrenta una popularidad en picada y una aguda crisis económica.
La conmemoración inició con lanzamiento de petardos en la madrugada en zonas del centro y el oeste de Caracas, a la que siguió la instalación de una «Tribuna Antiimperialista» en la Plaza Bolívar de la capital al mediodía, previsiblemente para reiterar las recientes acusaciones de Maduro de que Washington orquesta un golpe de Estado en su contra, con apoyo de políticos y empresarios venezolanos de derecha.
Se espera que en este evento acompañen a Maduro, mandatarios y autoridades de países aliados como el primer vicepresidente cubano, Miguel Díaz-Canel.
«En un momento como el que vive Venezuela, expresamos el incondicional apoyo de Cuba a toda Venezuela y a su legítimo gobierno. Cuba ratifica una vez más que continúa siendo un amigo sincero» dijo Díaz-Canel apenas bajó del avión este jueves.
Tras el anuncio en diciembre del descongelamiento de las relaciones entre La Habana y Washington, Venezuela quedó en posición comprometida con su principal aliado, Cuba, ante los Estados Unidos.
No obstante, Díaz-Canel destacó que la «construcción» de unas relaciones «que pueden ser civilizadas» no se «negocian principios como nuestro apoyo incondicional a la Revolución Bolivariana».
La conmemoración incluye en la tarde un homenaje en el Cuartel de la Montaña en Caracas, donde reposan los restos de Chávez, fallecido de cáncer poco después de su tercera reelección presidencial.
– Popularidad en picada –
Contrario a su antecesor, que siempre gozó de amplia popularidad, Maduro apenas cuenta con poco más de 20% de aprobación.
Muchos incluso lo responsabilizan del deterioro socioeconómico sufrido por Venezuela los dos últimos años, caracterizado por una inflación de 68,5%, escasez de productos básicos, recesión, alta criminalidad, corrupción y represión a las protestas.
«En octubre de 2012 el 44% se autodefinía como chavista. En diciembre pasado, era 22%, es decir ha habido una reducción a la mitad del capital político del chavismo», comentó a la AFP el politólogo John Magdaleno.
La popularidad en picada de Maduro, que coincide con la debacle de los precios del petróleo, llega a pocos meses de las elecciones legislativas, que por primera vez en muchos años tiene una amplia probabilidad de perder pese a la desarticulación de la oposición.
Este escenario ha llevado a los voceros del gobierno y del partido socialista a exigir lealtad a la figura de Chávez y «su legado» pese a los problemas del país.
El recuerdo del líder bolivariano, impulsor desde 1999 de un modelo basado en la redistribución de los ingentes ingresos petroleros que le valió la devoción de las clases pobres y le permitió amasar un inmenso poder, permanece en la iconografía del chavismo, con innumerables murales, pancartas y franelas con su cara estampada.
Chávez irrumpió el vida política venezolana con el fallido golpe de Estado que encabezó en febrero de 1992 -cuando era un teniente coronel del Ejército- contra el entonces presidente Carlos Andrés Pérez, alegando que Venezuela necesitaba un cambio de rumbo por hallarse sumida en la corrupción, pobreza, injusticia y exclusión social.
Tras su triunfo en las elecciones de 1999, Chávez hizo gala de un estilo informal y directo que le permitió ganar simpatías, usando una retórica populista y un lenguaje llano, unido a su carisma y programas asistencialistas.
En 2007 Chávez, en medio de la bonanza petrolera anunció que su gobierno daba un giro al llamado «Socialismo del Siglo XXI», emprendiendo una cadena de nacionalizaciones, reducción de espacios para la actividad privada y controles en la economía, que se han exacerbado.
– Corrupción –
No pocos chavistas muestran desencanto con el rumbo tomado por el gobierno de Maduro, aunque este ha mantenido intocado el modelo socialista de controles y planificación centralizada.
Las críticas que apuntan a señalar que alrededor del «madurismo» se ha formado un círculo que privilegia la corrupción, surgen incluso de filas de otroras firmes chavistas como Nicmer Evans, politólogo miembro del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), hecho a un lado por la cúpula de esa colectividad, y quien cuestiona que se «designen a dedo contrataciones con el Estado con posibilidad de privilegiar a familiares, amigos o compadres».