Amnistía Internacional preocupada por tormentos en Brasil y Venezuela
CARACAS, (AFP) – El riesgo de que se repitan los tormentos ejecutados por las policías de Brasil en las protestas contra el Mundial de futbol 2014 y los abusos en Venezuela contra manifestantes opuestos a Nicolás Maduro fueron evocados este martes por voceros de Amnistía Internacional (AI).
Brasil mostró un patrón «de uso excesivo de la fuerza, malos tratos, e incluso derivados de torturas, desapariciones y asesinatos» contra manifestantes y a medida que se acerca la Copa del Mundo «habrá muchas movilizaciones sociales y lo más probable es que la respuesta del Estado brasileño no varíe mucho», dijo en una entrevista a la AFP César Marin, gerente del Programa de Cambio Global de AI en Venezuela.
AI difundió este lunes un informe mundial sobre la tortura y destacó que 80% de los brasileños da por descontado que serían torturados si fueran detenidos, la cifra más alta del mundo.
Un día después, desde Caracas, Marin explicó que AI «lanzó una acción sobre Brasil» por la violencia policial durante las protestas ocurridas por los altos costos de las obras del Mundial de fútbol, que llegaron a convocar hasta a un millón de personas a manifestarse en las calles de varias ciudades brasileñas.
Le damos «una alerta al Gobierno brasileño para que esté al tanto de que las organizaciones mundiales (de defensa de derechos humanos) estamos pendientes de que no haya excesos, y por lo tanto le estamos dando un aviso, una tarjeta amarilla», dijo.
AI menciona a Brasil en su informe «La tortura en 2014. 30 años de promesas incumplidas» con el caso de Amarildo Souza Lima, quien está «en paradero desconocido desde que fue detenido por agentes de la policía militar en la favela Rocinha, en Río de Janeiro, el 14 de julio de 2013».
El cadáver de Amarildo no ha sido hallado, y según las autoridades murió por «la tortura a que fue sometido en el edificio de la Unidad de Policía Pacificadora (UPP) de Rocinha tras haber sido detenido ilegalmente para interrogatorio». Por ese hecho hay al menos dos policías procesados, informa AI.
Pero Marín afirma que la tortura hacia las personas que protestan es un patrón que ocurre no sólo en Brasil, sino en países como Venezuela, Chile o incluso España.
Sobre Venezuela, advierte que las violaciones incluyen «malos tratos, torturas, uso excesivo de la fuerza, asesinatos por fuerzas del Estado o grupos civiles armados», en medio de la represión y violencia ocurrida por las protestas callejeras que desde hace tres meses han dejado 42 muertos, unos 800 heridos y más de 150 investigaciones por abusos de las fuerzas de seguridad.
En Venezuela, AI menciona a Juan Manuel Carrasco, de 21 años, detenido en Valencia, estado Carabobo, y quien fue «sometido a abusos brutales» al ser detenido, y posteriormente golpeado y abusado sexualmente por sus captores.
«Desde que, en febrero, comenzaron las protestas en Venezuela, Amnistía Internacional ha recibido decenas de denuncias de abusos cometidos por las fuerzas de seguridad en el momento de la detención, durante los traslados y durante el período de reclusión», indicó AI.
El informe global de Amnistía Internacional subraya que la tortura se extiende por el mundo y cobra aires de normalidad, en parte debido a la llamada guerra contra el terrorismo y también por su justificación en seriales televisivos como «24» y «Homeland».