Murió Belén Lobo
En una entrevista de 1978, cuando se desempeñaba como directora del Departamento de Danzas del extinto Consejo Nacional de la Cultura (Conac), Belén Lobo decía que durante su carrera se percataba de lo poco valorada que era la danza en Venezuela, en todos los ámbitos. «Es como si no se tomara muy en serio… a lo largo de mi carrera he constatado con mucha tristeza que la danza no es considerada un arte importante».
El domingo partió Belén Lobo, una de las pioneras del ballet en Venezuela, y sus palabras quedan resonando en el ambiente artístico venezolano para su reflexión. La que fuera esposa del crítico de cine Rodolfo Izaguirre, y madre del escritor Boris Izaguirre, formó parte de la Escuela Nacional de Ballet que en 1948 creó la maestra María Enriqueta Coronil. Mejor conocida como «Nena» Coronil, esta venezolana se formó bajo la tutela de Gally de Mamay, Basil Inston Dimitri y Steffy Stahl, considerados precursores de la enseñanza de esta disciplina en Venezuela.
De la naciente Escuela Nacional de Ballet formaron parte Vicente Nebrada, Graciela Henríquez, Irma Contreras, Lynne Golding, Henry Danton, Maruja Leiva y Belén Lobo, entre otros. Aquel 1948 el Ballet «Nena» Coronil debutó con la obra Las Sílfides (Fokine/Nebrada) durante la primera transmisión de una televisora privada en Venezuela.
Más de una década estuvo Lobo en la coordinación de danza del Conac luchando, con poco presupuesto, por la descentralización de la danza.
Cofundó con el maestro Vicente Nebrada, el Instituto Superior de Danza, en 1982.
Ganó el Premio Conac de la Danza cinco años después, por sus aportes como bailarina, maestra y por los esfuerzos realizados por la profesionalización e institucionalización de la danza en Venezuela.
Además de Boris, Belén Lobo deja dos hijos más: Valentina, diseñadora, y Rhazil, productor artístico y teatral.
«La danza está cambiando, por suerte, ya no es forma solamente, sino que algunos creadores sienten un compromiso más profundo con el medio en que actúan… Por eso creo que el bailarín tiene que estar preparado tanto física como intelectualmente. Deben ir paralelos ambos trabajos…», comentaba Lobo en 1979.
Información El Universal