Familias en riesgo en la Petare-Santa Lucía - 800Noticias
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A la medianoche del viernes siete familias residentes del sector Buena Vista, a la altura del kilómetro 21 de la carretera Petare Santa Lucía, afectadas por el derrumbe de un tramo de vía en el lugar, fueron trasladadas a Pueblo Nuevo, a un urbanismo de la Gran Misión Vivienda ubicado en Ocumare del Tuy, estado Miranda.

A pesar de que al mediodía del viernes aseguraban que no se mudarían por temor a la inseguridad de la zona, este lunes se pudo observar que solo quedaba polvo y escombros de lo que fueron sus antiguos hogares.

Marilyn Gámez vive a pocos metros de donde se cayó el muro que causó el derrumbe de la vía. Ella reside con su madre y asegura que en el año 2004 su casa fue calificada de alto riesgo por funcionarios de Protección Civil.

“En aquél entonces un cedro se cayó sobre la vivienda y mi mamá quedó tapiada. Está viva pero resultó lesionada de un tobillo. Allí no nos dieron solución pero pasamos la data a Protección Civil nacional y ahora, con esto del derrumbe de la vía, tenemos la esperanza de que seamos reubicados. Elías Jaua no los garantizó”, aseveró Gamez quien explicó que el viernes fueron mudadas las siete familias que vivían en la ladera del cerro por donde piensan construir una vía alterna. 

Aún quedarían trece hogares de la zona bajo condiciones de alto riesgo.

Así como Gámez subraya que no pierde las esperanzas de ser reubicada y que estaría dispuesta a mudarse a Pueblo Nuevo, el vecino Antonio Nuñez enfatiza que no aceptará el apartamento en ese urbanismo, a pesar de que su vivienda colinda con el pedazo de muro que se desmoronó hacia el precipicio: “A mí no me engañan. El gobierno tiene viviendas en Caracas pero se las dan solo a los enchufados”, sostuvo.

Al otro extremo del muro roto vive el vecino Eurico Alves, un portugués de 74 años de edad, quien cree que toda la vía de Mariches está deteriorada, por lo cual habría que repararla en su totalidad y  adecuar los drenajes de las viviendas de sus costados para evitar el agravamiento de las filtraciones.

Un jumbo sin tornillo

Otto Cisneros, operador de mantenimiento de vías del Ministerio de Transporte Terrestre, esperaba ayer al mediodía por dos tornillos que funcionan como pasador de la pala del jumbo: “El sábado tumbamos las casas en menos de cinco horas y parte del domingo arrimamos los escombros a un lado de la vía, pero luego se saltó el tornillo y ahora estoy detenido esperando que me traigan el repuesto”, aseguró el trabajador quien aseguraba que sin ese conector la pala de la retroexcavadora no podía hacer su trabajo.

Fuente: El Nacional

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