Las pastas: Un origen bien disputado, un plato bien disfrutado
Disfrutar de una buena pasta siempre será un placer para todo aquel comensal que sabe disfrutar de un excelente plato con sabor italiano. El chef Tony Maldonado, quien realizó estudios formales en la escuela de cocina Ciboulette de orientación francesa, reveló que “a la hora de preparar un buen plato de gastronomía italiana se necesita conocer un poco de esta cultura y sus raíces… yo amo preparar platos caseros, que hagan sentir a la persona que está en un ambiente familiar, que le recuerde a sus seres queridos y los momentos de disfrute con ellos”.
La pasta, alimento que se prepara mezclando harina y agua, y se le puede colocar sal, huevo u otros ingredientes, tiene muchos interrogantes con respeto a su origen. Algunos investigadores dicen que fue Marco Polo en el siglo XIII, quién la introdujo en Italia de vuelta de uno de sus viajes a China, en 1271. En la antigua Roma, también se encuentran reseñas de platos de pastas, que datan del siglo III antes de Cristo, en esa época los romanos desarrollaron instrumentos, utensilios, procedimientos (las máquinas) para la elaboración de la pasta de lasaña como le llamaban para entonces. Maldonado añade al respecto que “existe la leyenda que el origen de la pasta vino de China gracias al andariego Marco Polo, quien pasó a la posteridad como el padre adoptivo de la pasta y los italianos contentísimos con la historia”.
No obstante, debido al descubrimiento de unos arqueólogos de la Academia de Ciencias de Pekín, se supo que el origen real de la pasta es chino y con esto se acabó la disputa de que era de Italia o de Arabia. Los arqueólogos descubrieron en la región de Lajia, al noroeste del país y junto al río Amarillo, un pequeño bol enterrado en el barro que contenía unos fideos delgados y amarillos, con un espesor de tres milímetros y 50 centímetros de largo. “La invención como tal de la pasta es China, claro está, debió ser de arroz, existe otra teoría que fueron los árabes quienes la introducen a Europa. Yo lo único que sé, es que en Il Duomo dei Sapori (El Templo de los Sabores) se come buena pasta hecha en casa”, comentó el chef.
En Venezuela fue bien recibida esta invención alimenticia traída por lo inmigrantes italianos, donde apreciamos la variedad que existe actualmente como spaghetti, macarrones, rigatoni, tortiglioni, tagliatelle, vermicelli, pappardelle, fettuccine, linguine, capellini, ziti, bucatini, capelli d’angelo, fusilli, penne, gnocchi, cappelletti, agnolotti, raviolis, rotini, farfalle, ditalini, semini, risini, tortellini, tortelloni, panzerotti, etc.
Tony Maldonado, quien en el 2011 ganara el premio como mejor chef de comida italiana, otorgado por la embajada italiana, dice que la pasta puede ser un plato rico, sencillo y fácil de preparar, por tal motivo nos recomendó cocinar la pasta a alla chitarra con tomates y boconccini de mozzarella. Los spaghetti alla chitarra, también llamados tonnarelli en el Lacio o maccheroni alla chitarra en los Abruzos, está hecha a base de huevo y exige una rigurosa cocción al dente. Para su producción se emplea la chitarra, un utensilio que da a la pasta un cuerpo cuadrado y una textura porosa que permite que la salsa con la que se complementa se adhiera fácilmente.
Degustar de unas exquisitas pastas ya es una costumbre en nuestro país, y agradecemos a aquellos extranjeros que nos mostraron como prepararla y también a disfrutarla.
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Lisbeth Brazón
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