Ucrania lanza una «operación antiterrorista» contra insurgentes prorrusos
SLAVIANSK, (AFP) – El gobierno ucraniano, enfrentado a focos de insurrección armados prorrusos en el este del país, lanzó este domingo una «operación antiterrorista» que dejó muertos y heridos para intentar retomar el control de estas zonas fronterizas con Rusia.
«Se inició una operación antiterrorista en Slaviansk», una ciudad del este del país donde el sábado grupos armados prorrusos se apoderaron de edificios de la policía y de los servicios de seguridad, anunció en Facebook Arsen Avakov, el ministro ucraniano del Interior.
El ministro anunció luego «muertos y heridos» en ambos bandos, un muerto y cinco heridos entre las fuerzas gubernamentales y «un número indeterminado» de víctimas entre los separatistas.
Entre los heridos en el bando gubernamental figura «el jefe del centro antiterrorista del SBU», los servicios de seguridad agregó.
Fotógrafos de la AFP en Slaviansk no escucharon este domingo por la mañana ruidos de combate. Vieron en cambio a numerosos civiles prorrusos congregados en torno a la comisaría controlada por los insurgentes para defender el lugar.
Avakov afirmó en Facebook que «los separatistas se ocultan detrás de la población civil utilizada como escudo humano» y añadió que «las fuerzas del SBU se reagrupan».
Varios helicópteros sobrevolaban esta ciudad de 100.000 habitantes a baja altitud, constató un fotógrafo de la AFP.
‘Cosacos de Terek’
Otro fotógrafo de la AFP constató que separatistas armados tomaron el control de un puente en la entrada de la ciudad. Algunos de ellos se presentaron como «cosacos de Terek», un río del Cáucaso ruso.
El ministro ucraniano del Interior denunció el sábado por la noche una «agresión» rusa tras registrarse a lo largo de la jornada una serie de ataques visiblemente coordinados contra edificios públicos en el este rusohablante del país, fronterizo con Rusia.
Tras una primera serie de insurrecciones, grupos de activistas prorrusos proclamaron a principios de abril la independencia de Donetsk, una de las principales ciudades del este del país. Sin embargo, estos manifestantes controlan únicamente dos edificios oficiales de la ciudad.
Los manifestantes prorrusos exigen la celebración de referéndums sobre una «federalización» de Ucrania o sobre la anexión de estas regiones a la vecina Rusia, aumentando los temores de que se repita el mismo escenario que en Crimea, una península ucraniana que votó su adhesión a Rusia.
Los activistas tienen «armas rusas y llevan los mismos uniformes que los de las fuerzas rusas que invadieron Crimea», aseguró en Twitter el embajador de Estados Unidos en Kiev, Geoffrey Pyatt.
Moscú, que tiene desplegado en su frontera con Ucrania a cerca de 40.000 soldados, no reconoce al gobierno interino ucraniano proeuropeo que llegó al poder tras la destitución a finales de febrero del presidente prorruso Viktor Yanukovitch.
Rusia advirtió el sábado a Ucrania contra cualquier uso de la fuerza contra los insurgentes.
‘Fascistas’
En Ucrania, activistas proeuropeos o nacionalistas ucranianos, entre ellos los de Pravy Sektor (sector derecho), tachados de «fascistas» por Moscú, instan al gobierno central a actuar contra los prorrusos.
El jefe de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, se declaró el domingo «extremadamente preocupado por la escalada de tensiones» e instó a Rusia a «disminuir las tensiones».
Por su parte, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, que denuncia ataques «orquestados y sincronizados», advirtió el sábado a Moscú que habrá «consecuencias adicionales» si Rusia no retira las tropas de la frontera con Ucrania y no reduce la tensión con su vecino.
Asimismo, Francia se pronunció el domingo a favor de «nuevas sanciones en caso de escalada militar».
Moscú niega estar detrás de las tensiones en el este de Ucrania y su ministro de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, repitió el sábado que su país no tiene intención de anexar las regiones orientales de su vecino.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, «muy preocupado» ante «los crecientes riesgos de enfrentamientos violentos», pidió a todas las partes «ejercer la máxima contención» y a dialogar para disminuir la tensión.
El próximo jueves se reunirán en Ginebra representantes de Rusia, Ucrania, Estados Unidos y de la Unión Europea para hablar de esta crisis, la peor entre el Este y el Oeste desde la Guerra Fría. Moscú pidió además que los prorrusos ucranianos estén representados en las discusiones para que expongan sus «intereses legítimos».