Obama y Cameron exhortan a Rusia a cambiar de posición sobre Siria
Obama y Cameron exhortan a Rusia a cambiar de posición sobre Siria
WASHINGTON, 13 Mayo 2013 (AFP) – El presidente estadounidense, Barack Obama, y su par británico, David Cameron, acordaron este lunes en Washington «aumentar la presión» contra el régimen sirio de Bashar al Asad y exhortaron a Moscú a cambiar de posición ante un conflicto que ha dejado más de 80.000 muertos y amenaza con extenderse.
«Seguiremos nuestros esfuerzos para aumentar la presión contra el régimen de Asad, brindando ayuda humanitaria (…) reforzando la oposición moderada y preparándonos para una Siria democrática sin Bashar al Asad», dijo Obama durante una conferencia de prensa conjunta.
«La historia de Siria se está escribiendo con la sangre de su pueblo y esto ocurre ante nuestras narices», constató Cameron, tres días después de haberse reunido con el presidente ruso Vladimir Putin, respaldo infalible hasta el momento de Siria.
Tras el encuentro de más de una hora con Obama en la Casa Blanca, el primer ministro británico anotó que Rusia y Estados Unidos se pusieron de acuerdo sobre la idea de reanudar el llamado proceso «de Ginebra» que apunta a lograr una transición política en Siria, con la esperanza de organizar pronto una conferencia internacional.
Pero el acuerdo al que llegaron el 30 de junio de 2012 en Suiza las grandes potencias no habla del destino de Asad y la oposición siria sigue considerando su salida como una condición necesaria para entablar cualquier negociación.
«Las dificultades siguen siendo enormes, pero tenemos un margen antes de que los peores temores se hagan realidad», agregó Cameron.
Siguiendo ese lineamiento, Obama exhortó a Rusia a cambiar de posición: «Como líder en el escenario internacional, Rusia tiene interés, y la obligación, de intentar resolver este problema de un modo que alcancemos un resultado a largo plazo», insistió.
En medio de las negociaciones para intentar resolver el conflicto que ya traspasa las fronteras de Siria, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu viajará el martes a Rusia para intentar impedir que Moscú le venda misiles a Damasco.
La reunión estará centrada «en la situación actual en Medio Oriente, en particular en Siria», indicó el Kremlin en un comunicado, sin precisar en qué lugar de Rusia se celebrará el encuentro.
El secretario general de la ONU Ban Ki-moon también tiene previsto viajar el fin de semana a Moscú.
«Punto álgido»
El primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan, aliado de Washington, será por su parte recibido este jueves por Obama en la Casa Blanca.
En Turquía, nueve personas, cercanas según el gobierno de ese país a «una organización terrorista vinculada con la inteligencia siria», fueron detenidas tras el doble atentado que dejó el sábado 48 muertos y un centenar de heridos en Reyhanli, próximo a la frontera con Siria. Pero el régimen de Damasco rechazó estar involucrado en ese hecho.
La Coalición de la Oposición Siria, que considera la marcha de Asad como una condición previa a cualquier diálogo, celebró la declaración de Rusia y Estados Unidos, y anunció que discutiría la propuesta durante una reunión prevista el 23 de mayo en Estambul.
Mientras tanto, consultará a sus aliados regionales, como Arabia Saudí, Catar y Turquía, anunció este lunes su jefe interino.
Esta reunión también será una instancia en que la oposición siria elija a su nuevo presidente, luego de la renuncia de Ahmed Moaz al Jatib.
Mientras los combates no cesan entre soldados y rebeldes en Siria, la Comisión Europea advirtió que si no se encontraba una solución política muy pronto, «la ayuda humanitaria simplemente no podría estar a la altura de las necesidades sin precedentes» generadas por el conflicto, y agregó que la ayuda había alcanzado su «punto álgido».
La comisaria europea encargada de la cooperación internacional, Kristalina Georgieva, realizó esta advertencia durante una visita a los refugiados sirios en Jordania y anunció la entrega de una ayuda adicional de 65 millones de euros.
Según la ONU, los desplazados por este conflicto suman 4,2 millones de personas, a las que se suman 1,4 millones de sirios que huyeron al exterior, como a Líbano, Jordania y Turquía.
El domingo, el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH) proporcionó un último balance de 82.257 muertos, entre ellos 34.473 civiles, desde el comienzo de la revuelta en Siria, en marzo de 2011.
En el terreno, ninguno de los bandos logra adjudicarse una victoria decisiva.
Apoyado por combatientes del grupo chiita libanés Hezbolá, el ejército sirio avanza hacia la provincia central y estratégica de Homs, así como a la de Deraa (sur).
Además siguen los combates violentos en la región de Damasco, en mayoría controlada por el régimen, que usa su aviación en las provincias de Idleb y Alepo, donde los rebeldes están en posición de fuerza.