Murió Giulio Andreotti figura de la política italiana
El político italiano Giulio Andreotti, que fue siete veces primer ministro y 20 veces ministro, murió este lunes en Roma a la edad de 94 años, informaron fuentes de prensa locales.
Llamado «Belcebú», era considerado el símbolo del poder democratacristiano y representaba lo mejor y lo peor de Italia, por su hablar culto y a la vez divertido, su cinismo y habilidad de viejo zorro de la política.
Andreotti murió hacia las 10H00 GMT en su residencia, en el corazón de Roma, confirmaron sus familiares.
Su histórica secretaria personal, Patrizia Chilelli, que lo acompañó desde 1989, aseguró a la prensa que «no se han programado funerales de Estado ni capilla ardiente. Las exequias se celebrarán el martes en una parroquia con sus familiares», adelantó.
Nacido en Roma el 14 de enero de 1919, Andreotti, senador vitalicio, recibió una verdadera avalancha de elogios y homenajes hace cuatro años, con ocasión de sus 90 años.
Andreotti, que se ha salvado de todos los escándalos con los que había estado relacionado durante más de 60 años en la política, desde los contratos en el sector del petróleo de los años 60, hasta el secuestro y muerte de Aldo Moro en 1978 y la acusación de complicidad con la Cosa Nostra en los años 90, fue uno de los líderes más influyentes de la Democracia Cristiana.
Debido a sus problemas de salud no había participado en las votaciones claves el mes pasado en el Parlamento para la elección del presidente de la República, cargo al que nunca logró acceder.
Sus eternos enemigos no han escatimado críticas: «Un gran estadista (pero) del Vaticano. El secretario permanente de la Santa Sede», lo definió en una ocasión el fallecido expresidente de la República Francesco Cossiga, rival y correligionario.
«Fue un maestro, una persona muy importante para la historia de Italia, para su reconstrucción. Pocos políticos en Italia han contado con tanto prestigio internacional», comentó Ciriano Pomicino, ex ministro durante su gobierno.
«Era una persona única. Quien lo conocía sentirá una falta inmensa», declaró en lágrimas la abogada Giulia Bongiorno, que lo defendió de los juicios por mafia.
El «Jorobadito», como lo apodaban por su defecto físico, sufrió toda la vida de fuertes jaquecas y uno de sus lemas más célebres fue «el poder desgasta sólo al que no lo tiene».
La muerte del destacado político, que inspiró entre otros el filme «El Divo» del 2008, generó numerosas reacciones en todo el país, e inclusive las autoridades deportivas decretaron un minuto de silencio en todos los eventos que se celebren esta semana.
«Era un hombre maquiavélico, pero no logró realizar su objetivo: llegar a la presidencia de la República», comentó Roberto Sommella, de la revista económica Milano Finanza.
Llamado «Belcebú», era considerado el símbolo del poder democratacristiano y representaba lo mejor y lo peor de Italia, por su hablar culto y a la vez divertido, su cinismo y habilidad de viejo zorro de la política.
Andreotti murió hacia las 10H00 GMT en su residencia, en el corazón de Roma, confirmaron sus familiares.
Su histórica secretaria personal, Patrizia Chilelli, que lo acompañó desde 1989, aseguró a la prensa que «no se han programado funerales de Estado ni capilla ardiente. Las exequias se celebrarán el martes en una parroquia con sus familiares», adelantó.
Nacido en Roma el 14 de enero de 1919, Andreotti, senador vitalicio, recibió una verdadera avalancha de elogios y homenajes hace cuatro años, con ocasión de sus 90 años.
Andreotti, que se ha salvado de todos los escándalos con los que había estado relacionado durante más de 60 años en la política, desde los contratos en el sector del petróleo de los años 60, hasta el secuestro y muerte de Aldo Moro en 1978 y la acusación de complicidad con la Cosa Nostra en los años 90, fue uno de los líderes más influyentes de la Democracia Cristiana.
Debido a sus problemas de salud no había participado en las votaciones claves el mes pasado en el Parlamento para la elección del presidente de la República, cargo al que nunca logró acceder.
Sus eternos enemigos no han escatimado críticas: «Un gran estadista (pero) del Vaticano. El secretario permanente de la Santa Sede», lo definió en una ocasión el fallecido expresidente de la República Francesco Cossiga, rival y correligionario.
«Fue un maestro, una persona muy importante para la historia de Italia, para su reconstrucción. Pocos políticos en Italia han contado con tanto prestigio internacional», comentó Ciriano Pomicino, ex ministro durante su gobierno.
«Era una persona única. Quien lo conocía sentirá una falta inmensa», declaró en lágrimas la abogada Giulia Bongiorno, que lo defendió de los juicios por mafia.
El «Jorobadito», como lo apodaban por su defecto físico, sufrió toda la vida de fuertes jaquecas y uno de sus lemas más célebres fue «el poder desgasta sólo al que no lo tiene».
La muerte del destacado político, que inspiró entre otros el filme «El Divo» del 2008, generó numerosas reacciones en todo el país, e inclusive las autoridades deportivas decretaron un minuto de silencio en todos los eventos que se celebren esta semana.
«Era un hombre maquiavélico, pero no logró realizar su objetivo: llegar a la presidencia de la República», comentó Roberto Sommella, de la revista económica Milano Finanza.
Informacion AFP