Los primeros pasos de Bachelet al frente del gobierno son analizados con lupa - 800Noticias
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SANTIAGO, (AFP) – Cuatro gobernadores nombrados por el recién asumido gobierno de la socialista Michelle Bachelet renunciaron a sus cargos tras fuertes cuestionamientos de una ciudadanía que analizaba con lupa los primeros pasos de su nueva administración.

Las nuevas autoridades chilenas presentaron su renuncia a menos de una semana de haber asumido, sumándose a otras cuatro dimisiones de viceministros nombrados por Bachelet, quienes dejaron sus cargos incluso antes de asumir tras también ser fuertemente criticados por sus actuaciones en el pasado.

«Hoy los estándares que se están aplicando son mucho más exigentes que en el pasado y eso a nosotros nos parece positivo», comentó este miércoles el portavoz oficial, Álvaro Elizalde, tras confirmar las renuncias de los cuatro gobernadores.

Las dimisiones corresponden a los gobernadores de la isla de Chiloé, Claudia Plascencio, cuestionada al ser considerada como indigente en el programa de protección social pese a contar con un trabajo estable y varios bienes inscritos a su nombre.

También renunció el gobernador de Ñuble, Cristián Fernández, criticado por su actuación como alcalde de una pequeña localidad de la zona, y el gobernador de Santiago, Salvador Delgadillo, quien enfrenta una querella por desvío de fondos públicos.

Por último, dimitió el gobernador de Antofagasta, Hernán Vargas, cuestionado por ser poseedor de una pensión como víctima de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

Nuevo ciclo político

Bachelet asumió hace una semana para cumplir un nuevo periodo presidencial de cuatro años, en el que prometió profundas reformas políticas y económicas para hacer frente a lo que consideró el mayor adversario del país: la desigualdad social.

Para este nuevo periodo presidencial, Bachelet reconoció que Chile enfrentaba un nuevo «ciclo político» y prometió que para enfrentarlo escogería a «los mejores».

Pero al poco andar de su gobierno ha quedado de manifiesto cierta desprolijidad en el nombramiento de las nuevas autoridades, sometidas ahora a altas exigencias de una sociedad más empoderada y con medios de comunicación que han comenzado a hurgar en su pasado como práctica habitual.

Antes de asumir, Bachelet enfrentó la renuncia de cuatro viceministros, entre ellos la designada en la cartera de Educación, Claudia Peirano, quien en el pasado firmó una carta en que se mostraba contraria a la gratuidad universal comprometida su programa de gobierno.

También renunció el nombrado en el ministerio de Bienes Nacionales, tras haber sido condenado por manosear el trasero de una pasajera en el metro.

«Las decisiones (de nominaciones) se tomaron con la información que se tenía en ese momento, así que no nos hacemos ninguna crítica», justificó el vocero este miércoles.

Los gobernadores «han presentado su renuncia, porque están comprometidos con el programa de gobierno y no quieren que esto (las denuncias) sean una distracción», agregó el portavoz.

En educación, Bachelet propuso gratuidad a nivel universitario en seis años y acabar con el lucro en colegios privados que reciben subvención del Estado, donde estudian la mayoría de los escolares chilenos.

Para financiarla, la mandataria planteó una ambiciosa reforma tributaria que busca recaudar 8.200 millones de dólares (3% del PIB), mientras que en materia política propuso una nueva Constitución que acabe con la impuesta por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), contenedora según ella de importantes «cerrojos» antidemocráticos.

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