Expertos esperan nuevos pasos de Obama hacia Cuba
LA HABANA, (AFP) – El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, puede emprender cambios en la política hacia Cuba, como flexibilizar los viajes de estadounidenses o excluir la isla de la lista de patrocinadores del terrorismo, estiman expertos de ambos países.
«Yo esperaría que Obama tome acciones serias en cuanto a nuestra política hacia Cuba», dijo el analista norteamericano Philip Peters, del Cuba Research Center, en la clausura este sábado de un seminario internacional sobre institucionalidad en La Habana, organizado por la revista católica Espacio Laical, una de las pocas publicaciones independientes de la isla.
«Obama no ha contestado su propia pregunta y estamos todos pensando que hará», agregó Peters, en alusión a que el presidente dijo el 8 de noviembre pasado en Miami que «tenemos que continuar revisando nuestras políticas» hacia Cuba, pues las vigentes son de la década de 1960.
Nuevos pasos de Obama para mejorar la relación bilateral son posibles porque ha cambiado la imagen de Cuba -desde una nación comunista anclada en la Guerra Fría a la de un «país en transición»-, en círculos políticos, en la prensa y en influyentes centros de estudios de Estados Unidos, dijo el académico cubano Arturo López-Levy, de la Universidad de Denver (Colorado).
«Más y más, la imagen de Cuba es la de un país en transición», señaló López-Levy, quien destacó una encuesta del Atlantic Council, de febrero, que reveló que la mayoría de los estadounidenses (56%) apoya un cambio en la política hacia Cuba y la normalización de relaciones, especialmente en el Estado de Florida, donde viven la mayoría de los emigrados cubanos.
Ambos analistas creen que las nuevas acciones de Obama pueden estar encaminadas a flexibilizar los viajes de estadounidenses a Cuba, hasta ahora prohibidos por Washington, y a quitar a la isla de la lista negra de países que promueven el terrorismo, que integra desde hace años.
«Acusar a Cuba de patrocinar el terrorismo en el mundo es algo que ni siquiera en los informes del Departamento de Estado hay elementos para fundamentar», dijo Peters.
López-Levy cree que Obama también podría seguir flexibilizando las licencias de viaje que otorga Washington, que han permitido un incremento de las visitas de norteamericanos a Cuba, que ahora bordean las 98.000 anuales.
Peters considera que otra vía posible de aproximación que puede tomar Obama es autorizar el comercio entre Estados Unidos y «el sector no estatal» cubano, formado por el emergente sector privado y las cooperativas.
El experto en relaciones internacionales Carlos Alzugaray, exprofesor de la Universidad de La Habana, calificó como «muy importantes» las medidas tomadas por Obama, quien revirtió en 2011 restricciones aplicadas por su antecesor, el republicano George W. Bush, y autorizó los viajes de los cubanoamericanos a la isla y el envío ilimitado de remesas familiares.
La Habana consideró entonces esas medidas de «insuficientes y limitadas», pues persiste el embargo económico sobre la isla desde 1960.
Alzugaray aplaudió asimismo la entrega por primera vez a cubanos de visas de turismo por cinco años para viajes múltiples, que el consulado de Estados Unidos en La Habana comenzó a entregar en agosto.
Peters afirmó que existe «cierta complementariedad» entre las medidas de Obama y las tomadas por el presidente Raúl Castro en Cuba, como la reforma económica y la apertura migratoria.
– «Cumbre de las Américas abre expectativa» –
Para Alzugaray esos cambios en la relación bilateral no son tan simples de promover en Washington, pues «la política de Estados Unidos hacia Cuba es una política de Estado, porque está entronizada por leyes», como las que reforzaron el embargo en la década de 1990.
Sin embargo, López-Levy cree que Obama debe dar algunos pasos pronto, pues de lo contrario se puede complicar su agenda hemisférica, incluida la próxima Cumbre de las Américas, prevista para 2015 en Panamá.
«La Cumbre de las Américas abre una expectativa, pues América Latina claramente ha dicho que no acudirá si Cuba no está incluida», indicó.
«Y esto se puede convertir en un problema de política exterior» para Estados Unidos, señaló López-Levy.
