El G20 sigue sin zanjar la cuestión siria - 800Noticias
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SAN PETERSBURGO (AFP) – El G20 seguía dividido el viernes en dos bandos sobre Siria: uno liderado por Estados Unidos y Francia, partidario de una acción militar contra el régimen al que acusan de un ataque químico, y el otro, liderado por Rusia, aliada de Damasco, favorable a una solución política.

«Existen dos bandos prácticamente equilibrados» entre los Estados favorables a la intervención y aquellos que defienden que sólo el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas está legitimado para decidir el recurso a la fuerza, reconoció Dimitri Peskov, el portavoz del presidente ruso, Vladimir Putin, citado por las agencias rusas al iniciarse el segundo y último día de la cumbre de potencias del G20.

«Se ha confirmado la división sobre Siria», escribió en su cuenta Twitter el presidente del Consejo italiano, Enrico Letta, al término de una cena de más de tres horas concluida en la madrugada de este viernes y dedicada en gran parte al asunto sirio.

Rusia lidera la oposición a cualquier ataque al régimen de Bashar al Asad, acusado por Estados Unidos de utilizar armas químicas el pasado 21 de agosto contra la población civil de una zona rebelde en las afueras de Damasco.

En Nueva York, la embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Samantha Power, acusó a Moscú de «secuestrar» al Consejo de Seguridad, y el primer ministro británico, David Cameron, dijo que Londres tiene nuevas pruebas del uso de armas químicas.

Cameron, forzado por el Parlamento británico a abandonar cualquier afán belicista, se reunió el viernes de madrugada con Putin para «intercambiar» sus puntos de vista, anunció el portavoz del presidente ruso.

El mediador de la Liga Árabe y de la ONU, Lakhdar Brahimi, participará el viernes en un almuerzo de ministros de Relaciones Exteriores de los países del G20, entre tanto que en Vilna, la capital de Lituania, se inicia una reunión de cancilleres de la Unión Europea.

Asimismo, el ministro de Relaciones Exteriores sirio viajará a Moscú el lunes, informaron las autoridades rusas.

El presidente estadounidense, Barack Obama, que se reúne este viernes con su homólogo francés, François Hollande, defensor de una intervención armada, espera la luz verde del Congreso de su país, que reanuda las sesiones el lunes, para una operación militar que genera muchos temores.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, advirtió este viernes en San Petersburgo que una «apresurada acción militar» va a contribuir a aumentar la violencia entre religiones en el país.

Obama, que fue uno de los últimos mandatarios en llegar el jueves a Strelna, en las afueras de San Petersburgo, a orillas del golfo de Finlandia, trató de mostrar su cara más amable con el presidente ruso en un intento de esconder las muchas diferencias que en este momento los separan, no sólo por Siria.

Las discrepancias entre Estados Unidos y la Rusia de Putin, que pugna por recuperar el papel que la difunta Unión Soviética tuvo en un mundo bipolar, se vieron agravadas por el asilo político que Moscú concedió al exconsultor de los servicios secretos estadounidenses, Edward Snowden.

Obama le va a devolver el golpe a Putin reuniéndose esta noche con los detractores de la reciente ley que prohíbe la propaganda de la homosexualidad.

Condena a las armas químicas

En lo único que todos los mandatarios están de acuerdo es en la condena al recurso a las armas químicas, la «línea roja» que Estados Unidos defiende que la comunidad internacional no debe tolerar.

«Todos condenaron el uso de armas químicas. La cuestión para algunos es saber quién» las utilizó, indicó una fuente diplomática francesa.

Para el presidente de la Unión Europea, Herman van Rompuy, aunque el ataque con armas químicas es «un crimen contra la humanidad», la solución al conflicto sirio «no es militar».

El Vaticano también propugna una solución pacífica a la crisis siria, que en dos años y medio de guerra civil se ha cobrado más de 100.000 vidas.

Las agencias humanitarias reclamaron este viernes en la capital imperial rusa que los países cumplan sus promesas financieras al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que hasta ahora sólo ha recibido menos de la mitad de los 1.170 millones de dólares que necesita para atender a los más de dos millones de refugiados que ha dejado la guerra siria.

Siria ha ensombrecido la agenda del G20, centrada en los países emergentes y las turbulencias que viven a causa del éxodo de capitales por el inminente fin de la política monetaria de estímulos de la Reserva Federal estadounidense para luchar contra la crisis financiera.

Los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), que habían pedido a los países ricos que coordinaran el fin de las políticas anticrisis para evitar los bruscos movimientos financieros que socavan su crecimiento y están devaluando sus monedas, recibieron la garantía de Obama de que Estados Unidos modificará gradualmente su política monetaria de estímulo.

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