Desaceleración económica derrumba popularidad de Humala en Perú - 800Noticias
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LIMA (AFP) – El presidente peruano Ollanta Humala acumula críticas a su gestión y su popularidad cae al nivel más bajo en dos años de gobierno, debido a la desaceleración económica en su país, que por más de una década ha sido la estrella del crecimiento en América Latina, señalaron analistas.

La aprobación al gobierno cayó del 62% en octubre de 2011 -dos meses después de asumir- a un 29% en este mes de agosto, según un sondeo de Ipsos-Perú para el diario El Comercio publicado el domingo.

«El descenso en la popularidad del presidente es básicamente un efecto de la desaceleración económica», consideró en diálogo con la AFP Fernando Rospigliosi, politólogo y ex ministro del Interior del gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006).

Según Rospigliosi, el buen desempeño de la economía peruana en los últimos años ha generado una mejora general en la calidad de vida.

Y «ahora la gente y las empresas ven frustradas sus altas expectativas y todos responsabilizan al gobierno», señaló.

Por efecto de la crisis internacional y por menores ingresos en exportaciones -como en el caso de la minería, una actividad esencial en Perú impactada este año por la baja de precio del oro y cobre- muchas empresas han tenido que suspender proyectos o ven fuertes caídas en las ventas y eso impacta en el empleo.

La baja de ingresos al Estado por la minería repercute directamente en lo se distribuye a las regiones del interior del país por canon minero, y tiene un fuerte costo social.

Humala se mostró este lunes desinteresado por la caída de su popularidad, y eludió la autocrítica.

«Nosotros no gobernamos para los sondeos, eso lo dejo a los opinólogos», dijo cuando fue consultado por periodistas tras un acto público.

Un alza de precio de los alimentos básicos por encima de la inflación (3,2% anualizada), tiene un fuerte impacto en los sectores de bajos recursos, que son los que más votaron a Humala.

«Todos hablan de la mejora de la economía del país, pero los sectores más pobres no ven reflejado el crecimiento económico en sus bolsillos. Despúes de un tiempo se sienten frustrados», dijo el analista político Luis Benavente a la AFP.

Con políticas de fomento a la inversión que se mantienen desde finales de los 90 y durante cuatro gobiernos (Alberto Fujimori, Toledo, Alan García y Humala) Perú registró un crecimiento sostenido por encima del 5% en promedio en los últimos 15 años, y se convirtió en ejemplo de la nueva pujanza Latinoamericana.

Pese a todo, el país tiene un 25,8% de sus 30 millones de habitantes en la pobreza, y el nivel de desigualdad entre ricos y pobres está entre los más altos del mundo, según datos oficiales.

El gobierno encendió la alarma

En el primer semestre de 2013, la economía peruana se expandió 5,1%, pero en el segundo mostrará los efectos de la desaceleración, y el crecimiento anual podría quedar en alrededor de 4,5%, según previsiones de economistas.

Con la evidencia de un panorama menos favorable, el gobierno encendió la alarma al afirmar que llegará al país una época de «vacas flacas».

Rospigliosi opina que hay un problema de comunicación en la gestión Humala, lo que contribuye al aumento de su desaprobación.

«Con sus dichos sobre la época de vacas flacas ahondaron la falta de confianza», consideró.

Además «hay quejas sobre iniciativas que no fueron bien presentadas, como la ley de servicio civil (empleados públicos) y la ley de servicio militar, dos proyectos que fueron muy resistidos y (sobre los) que el gobierno debió dar marcha atrás», recordó.

Exitos contra Sendero Luminoso no ayudaron

Pese a que el gobierno de Humala logró importantes éxitos en su lucha contra la guerrilla de Sendero Luminoso, primero con la captura de Artemio -uno de sus máximos cebecillas tras la caída de Abimael Guzmán- y la semana pasada con la muerte de dos de los máximos líderes del brazo militar del grupo, su imagen no mejoró.

«La guerrilla no representa hoy una preocupación tal como sí lo son urgencias económicas», señaló Benavente.

A fin de elaborar una agenda consensuada que asegure la continuidad del crecimiento y las inversiones en el país, el Ejecutivo peruano convocó a un diálogo a los partidos de oposición, el APRA del ex presidente García (1985-1990, 2006-2011) y el Fujimorismo que lidera Keiko Fujimori, hija de Fujimori (1990-2000).

«El gobierno se ve aislado y no logra tender puentes con los partidos pues hasta ahora se ha dedicado sistemáticamente a descalificarlos», señaló a la AFP Enrique Castillo, analista político y columnista en varios medios locales.

«Humala parecía estar haciendo las cosas bien, y con buen apoyo mediático de su esposa (Nadine Heredia), pero en los últimos meses se ha generado un cambio, y hoy la gente lo ve indeciso y falto de autoridad», concluyó.

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