Crimea presenta el referéndum como una opción entre una Rusia protectora y una Ucrania «fascista»
SIMFEROPOL, (AFP) – La opción propuesta por los carteles a lo largo de las carreteras de Crimea, a tres días del referéndum organizado por las autoridades prorrusas, es simple y caricaturesco: una Rusia protectora o una Ucrania marcada por una esvástica.
En un cartel, el mapa de esa península ucraniana aparece coloreado en rojo, con alambres y una cruz gamada de la Alemania nazi derrotado en esta región del mundo por el Ejército Rojo durante la Segunda Guerra Mundial (1939-45). En otra, el mismo mapa muestra los colores azul, blanco y rojo de la bandera de Rusia.
Moscú y los grupos prorrusos de Crimea agitan con insistencia la amenaza «nazi» o «fascista» para referirse a las nuevas autoridades prooccidentales de Kiev, la capital de Ucrania. Esta propaganda recuerda la colaboración de nacionalista ucranianos antisoviéticos con la Alemania hitleriana.
«El 16 de marzo, elegimos», dice el eslogan que llama a los crimeos a participar en el referéndum.
Menos de tres semanas han pasado desde que hombres armados tomaran el control de Parlamento regional e instalaran un gobierno prorruso.
Un total de 1,5 millones de electores de Crimea están convocados el domingo para votar a favor de una anexión a Rusia y nadie duda de que habrá un sí masivo, en una región poblada a más del 60% de ucranianos de origen ruso.
Crimea, de hecho, fue cedida por Rusia a Ucrania en 1954, cuando ambos países formaban parte de la Unión Soviética. Y después de la independencia de Ucrania, en 1991, la flota rusa del Mar Negro siguió teniendo su base en el puerto crimeo de Sebastopol.
Las autoridades de Simferopol (la capital de Crimea), respaldadas por miles de soldados rusos que entraron en la península y cercan los cuarteles leales a Kiev, aseguran que el referéndum es legítimo y que el escrutinio de los votos será transparente.
«Todos los electores de Crimea podrán expresarse de forma democrática», aseguró el miércoles el vice primer ministro de la región, Rustam Temirgaliev. «Estamos convencidos de que la Federación Rusa nos aceptará en su seno tras la votación», agregó.
Dos preguntas
Los electores responderán a dos preguntas:
«¿ Aprueba usted la reunificación de Crimea con Rusia como miembro de la Federación de Rusia ?»
«¿ Aprueba usted la restauración de la Constitución de Crimea de 1992 y el estatuto de Crimea como integrante de Ucrania ?»
La Constitución de 1992, adoptada tras la desaparición de la Unión Soviética en 1991 y rápidamente abolida, preveía para la península un estatuto de Estado independiente en el seno de la República de Ucrania.
Funcionarios fieles a la nueva administración colocan junto a las carreteras y en las ciudades de la península las pancartas que califican de «fascista» todo lo procedente del norte.
El gobierno ucraniano prooccidental de Kiev, instalado el 23 de febrero tras la destitución del presidente prorruso Viktor Yanukovich, denuncia el referéndum como una patraña ilegal ideada con el único fin de legitimar la anexión de Crimea por parte de Moscú.
No se ha organizado ninguna campaña pública a favor del «No». Los dirigentes de la comunidad tártara, que representa entre el 12% y el 15% de la población de la península, llamaron al boicot de la consulta. Pero los partidarios de la permanencia de Crimea en el seno de Ucrania suelen mantener un perfil discreto, por temor a las amenazas e intimidaciones.
Para Evguen, de 52 años, miembro del movimiento proeuropeo Euro-Maidan, demasiado asustado para revelar su apellido, «no hay ningún motivo para ir a votar el domingo. Este referéndum es una tentativa ilegal de justificar la ocupación rusa». Considera que la mayoría de los habitantes de la península «no quieren realmente que Crimea sea rusa, pero estamos ocupados y la gente tiene miedo».
Temirgaliev indicó que se abrirán más de 1.200 colegios electorales en toda la región. Cerca de 1,5 millón de personas están registradas en las listas electorales de 2012. Las autoridades esperan una participación superior al 80%.
