Canadá intenta calmar a Brasil por escándalo del espionaje
MONTREAL, (AFP) – El primer ministro de Canadá, Stephen Harper, intentó este martes calmar la ira de Brasil por las sospechas de espionaje que pesan sobre Ottawa, rompiendo el silencio del gobierno canadiense al respecto.
La información sobre las actividades del Centro de la Seguridad de las Telecomunicaciones de Canadá (CSTC) «me preocupa mucho», declaró Harper al margen de la cumbre Asia-Pacífico que se lleva a cabo en la isla indonesia de Bali.
El lunes la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, había duramente condenado las prácticas de espionaje de Estados Unidos y Canadá tras revelaciones de la televisión de su país sobre casos de espionaje de las comunicaciones del Ministerio de Minas y Energía en Brasilia.
«La denuncia según la cual el Ministerio de Minas y Energía ha sido blanco de espionaje (de Canadá) confirma los móviles económicos y estratégicos de estos hechos», afirmó la presidenta, estimando «urgente que Estados Unidos y sus aliados pongan fin a estas acciones de espionaje de una vez por todas».
El jefe del gobierno canadiense debió intervenir directamente en el caso desde el extranjero, un día después de que el Ministerio de Defensa -del cual depende el CSTC- respondiera a la prensa con un lacónico «no comentamos las actividades de recolección de datos en el extranjero».
Harper señaló que no estaba en condiciones de «hacer comentarios sobre las operaciones de las agencias de seguridad nacional» y que se remitía a la existencia de «un comisario responsable de vigilar estas actividades y de asegurarse de que respeten las leyes del Parlamento canadiense».
Los intereses económicos entre ambos países son muy importantes. Brasil invirtió alrededor de 15.400 millones de dólares en Canadá el año pasado, mientras que Ottawa invirtió cerca de 9.500 millones de dólares en Brasil en el mismo lapso.