Afectos al ex presidente Mursi manifiestan en el Cairo
EL CAIRO, (AFP) – Miles de manifestantes se sumaron a los partidarios del ex presidente islamista egipcio Mohamed Mursi en dos plazas de El Cairo que la policía amenaza con evacuar, mientras emisarios extranjeros trataban de mediar para evitar un baño de sangre.
La policía egipcia lanzó gases lacrimógenos el viernes a últimas horas de la tarde en un suburbio de El Cairo para dispersar a manifestantes que reclamaban el regreso de Mursi, indicó un responsable de los servicios de seguridad.
«Ellos trataron de atacar» un complejo de edificios donde se encuentran las oficinas de los canales de televisión vía satélite egipcios, aseguró a la AFP un alto responsable de la seguridad que pidió el anonimato.
«La policía disparó granadas lacrimógenas hacia los manifestantes contra el golpe de Estado que desfilaban pacíficamente en cuanto llegaron ante Media Production City», afirmó por su parte el Partido de la Justicia y la Libertad (FJP), la organización política de los Hermanos Musulmanes, de los cuales procede Mursi.
El jueves, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, declaró que los militares que el 3 de julio depusieron al primer presidente egipcio elegido democráticamente en realidad habían «restablecido la democracia».
Estas declaraciones alimentaron la tensión en las plazas Rabaa al Adawiya y al Nahda, ocupadas desde hace más de un mes por miles de partidarios de los Hermanos Musulmanes.
Este viernes, John Kerry pidió un retorno a la normalidad y estabilidad en el país: «Egipto necesita volver a la normalidad», llamó.
Washington, que cada año entrega unos 1.300 millones de dólares al ejército egipcio, tuvo cuidado de no calificar de golpe de Estado la intervención del ejército que se produjo tras las masivas manifestaciones de opositores a Mursi que reprochaban a los Hermanos Musulmanes acaparar todos los poderes y arruinar la economía, ya de por sí en mal estado.
«Millones y millones de personas pidieron al ejército que interviniera. Todos tenían miedo de hundirse en el caos y la violencia», declaró el jueves Kerry, quien añadió que los militares «no tomaron el poder (…) para conducir el país, hay un gobierno civil. En realidad, restablecieron la democracia».
Hace un mes, el comandante en jefe del todopoderoso ejército, el ministro de Defensa y nuevo hombre fuerte del país, el general Abdel Fatah al Sisi, anunció la destitución de Mursi, detenido en un lugar secreto desde entonces.
¿Podría Hagel «destituir a Obama»?
«¿Acaso el secretario de Estado Kerry aceptaría que el secretario de Defensa Hagel destituyera a Obama si se registrasen importantes manifestaciones en Estados Unidos?», respondió el viernes Gehad el Hadad, portavoz de los Hermanos Musulmanes, antes de concluir: «No esperamos nada de Estados Unidos (…) cómplices del golpe de Estado militar».
Al mismo tiempo, los Hermanos Musulmanes llamaron a sus partidarios a reforzar su presencia en las sentadas en El Cairo y movilizarse para una marcha «pacífica» el viernes, día de la gran misa y en pleno ramadán. Los manifestantes son en general más numerosos a principios de la noche, tras la ruptura del ayuno.
«Abajo Sisi, Mursi es nuestro presidente», gritaban los manifestantes en la capital, refiriéndose al general que todo el mundo señala como el verdadero hombre fuerte y que ya es adulado por una gran parte de los egipcios y de la prensa del país. Sus retratos adornados de consignas elogiosas se ven en numerosas calles y en los diarios.
El jueves, el ministro del Interior exigió a los manifestantes que abandonasen «rápidamente» las plazas ocupadas y les prometió una salida segura. El jueves por la noche circulaban rumores de una intervención inminente de la policía, alimentados por las declaraciones del ministro, de John Kerry y de la policía, que indicaron haber reunido a sus jefes para elaborar una estrategia de dispersión.
Las nuevas autoridades se apoyan en el descontento de gran parte del pueblo egipcio con el gobierno de Mursi, pero su voluntad de dispersar a los manifestantes está frenada por el baile diplomático de los últimos días en El Cairo.
La comunidad internacional, con la Unión Europea (UE) a la cabeza, presiona a las autoridades para que muestren moderación y a los Hermanos Musulmanes para que evacúen las plazas.
El emisario de la UE, Bernardino León, que llegó el jueves, seguía el viernes con sus esfuerzos de mediación.
Más de 250 personas, esencialmente manifestantes pro-Mursi, murieron en un mes en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad o con opositores al presidente derrocado.