Dos casos sospechosos de fiebre del ébola en Sierra Leona
FREETOWN, (AFP) – Dos casos sospechosos de fiebre del ébola fueron detectados en Sierra Leona, país vecino de Guinea, donde esa fiebre hemorrágica causó decenas de muertos, anunció el martes el ministerio de Sanidad.
El lunes «recibimos información de dos casos sospechosos en el distrito de Kambia (norte), en la frontera con Guinea», dijo a la prensa una fuente del ministerio.
Los casos no han sido confirmados, agregó.
En Guinea las autoridades redoblan los esfuerzos para tratar de evitar que la epidemia de fiebre de ébola se propague y se traslade a los países vecinos.
El lunes, la epidemia llegó a Liberia, donde cinco personas murieron y otra está afectada por una fiebre hemorrágica que podría haber sido provocada por el virus del ébola.
Por otra parte, el lunes, en Canadá, fue hospitalizada una persona proveniente del oeste de África que presentaba síntomas «de una fiebre hemorrágica, como la que provoca el virus del ébola».
Desde enero y hasta el 23 de marzo, al menos 61 personas murieron en Guinea a causa de fiebre hemorrágica y en muchos de los casos se confirmó que se trataba del virus del ébola, uno de los más mortales y contagiosos, contra el cual no existe ningún remedio ni vacuna.
De las 45 muestras analizadas por el instituto Pasteur en Francia y Senegal, 13 resultaron ser casos de ébola.
La epidemia se declaró en las regiones del sur de Guinea, fronterizas con Costa de Marfil, Liberia y Sierra Leona.
Los países fronterizos de Guinea, entre ellos Malí, Senegal, Sierra Leona y Costa de Marfil, reactivaron los sistemas de vigilancia epidemiológica.
«Estamos preocupado. La enfermedad puede viajar fácilmente. Los animales transmisores no conocen fronteras», dijo Simplice Dagnan, director general del instituto de higiene de Costa de Marfil.
En África, la infección fue observada después de la manipulación de animales muertos hallados en la selva tropical, indicaron las autoridades marfileñas.
Luego el virus se propaga entre las personas a través de contactos directos con la sangre, las secreciones, los órganos o los líquidos biológicos de los enfermos.
La tasa de mortalidad de las fiebres hemorrágicas puede llegar a ser de 90%, recuerda Dagnan.
La única forma de lucha contra la propagación de la epidemia es la prevención y el aislamiento de las personas afectadas.