Jaime Rosales estrenó en Cannes su retrato de la juventud española
CANNES (AFP) – Un conmovedor retrato de la juventud española y su lucha por la vida en la adversidad de la crisis se estrenó este domingo en Cannes, con el quinto largometraje del realizador Jaime Rosales, que dice guardar «esperanza» sobre el futuro de España.
La vida real, mostrada sin concesiones ni adornos a través de la ficción, ocupa toda la pantalla en «Hermosa Juventud» de este director de 45 años nacido en Barcelona, presentada en Cannes en la sección Una Cierta Mirada.
«Quise hacer un retrato de la gente joven y no un panfleto sobre la crisis», explicó Rosales en entrevista con AFP.
El filme cuenta la historia de Natalia (Ingrid García Jonsson) y Carlos (Carlos Rodríguez), una pareja de enamorados de 20 años que luchan por la vida.
En España «vinimos de una situación que era artificialmente muy buena, con lo cual te acostumbras a que haga sol, y de repente entras en una especie de invierno siberiano», explicó Rosales. «El problema es que no estás preparado para ese invierno siberiano».
El universo de estos jóvenes es un «no future» sin la pose rebelde: aquí se trata de buscar trabajo, incluso haciendo porno «amateur», lidiar con el mundo familiar de los adultos que apenas pueden ayudarlos, y afrontar una realidad social sombría y a veces violenta.
«Mi manera fue intentar hacer un retrato, acercarme a los jóvenes, ver cómo son, tratar de entenderlos y hacer una película sobre ellos y con ellos», dijo el director. «Están en un momento muy duro, estamos viviendo una situación particularmente hostil para los jóvenes en nuestro país».
La combatividad de los protagonistas ante una adversidad que no llega a quitarles la sonrisa y la alegría de vivir son el rayo de luz en este filme con final abierto y cuyo título es menos irónico de lo que parece.
– Imágenes de smartphones y redes sociales –
¿El futuro de los jóvenes y de España? «Yo no soy optimista con respecto a nada, pero tengo esperanza», dice Rosales.
«Está muy claro que salen adelante. Yo tengo una gran fascinacion por ellos», admite el director, cuya película es un claro intento por pintar la realidad con la mayor objetividad posible.
«Intento ser muy preciso y quitarme todos los a priori que pueda llevar: asomarme, ver y retratar», explica. La narrativa apela a planos fijos muy sobrios e incluye aportes de imágenes amateur de smartphones, videojuegos, fotos y chats de redes sociales que irrumpen en medio de la acción.
«Hubo una revolución de la fabricación, transmisión y consumo de imágenes y los jóvenes en ese mundo, por eso había que integrar esos elementos a la película».
En el reparto, que incluye actores amateur, se destacan los dos protagonistas, ambos profesionales y seleccionados en un casting en el que Rosales eligió «de los guapos, los que más talento tenían».
Especialmente la rubia Ingrid García Jonsson, «la persona con más talento que yo me haya encontrado en un casting».
Formado en la escuela de cine de La Habana y de Sydney, Rosales presentó en Cannes su primer largometraje en 2003, «Las horas del día», que obtuvo el premio Fipresci de la crítica internacional en la Quincena de Realizadores.
«Cannes es un filtro de calidad muy exigente: cada año es mas difícil meter una película», comenta el realizador. Pero una vez salvado el obstáculo, el festival «facilita una atención mediática y económica», aunque en última instancia, asegura «el que decide es el público».