Fernando Botero revela fascinación por el circo con libro de pinturas y dibujos
NUEVA YORK, (AFP) – El colombiano Fernando Botero, uno de los artistas vivos más famosos y reconocidos del mundo, revela su fascinación por el circo en un libro de pinturas y dibujos que presenta por estos días en Nueva York y que recoge dos años de exclusivo trabajo en esa temática.
Se trata de 134 pinturas y 57 dibujos inspirados en un circo ambulante de un pequeña ciudad mexicana de la costa del Pacífico, un universo que permite a Botero mostrar en toda su amplitud la belleza del cuerpo humano bajo su ya célebre óptica con la riqueza de personajes, colores y elementos de la vida circense.
«Era un circo pobre. Fui al espectáculo, visité su trastienda, hablé con la gente y me entusiasmé con la atmósfera del lugar, los colores», contó Botero en una conferencia de prensa en la sede del Consejo de las Américas en Manhattan al presentar «Circus: Paintings and Works on Paper» (Circo: pinturas y trabajo en papel).
«Durante dos años estuve haciendo únicamente pinturas y dibujos sobre circo», explicó el artista de 81 años oriundo de Medellín (Antioquia, noroeste), indicando que en el proceso de creación se mezclaron dos componentes, las posibilidades plásticas y poéticas de ese mundo.
«Los colores del circo son especiales. Uno puede pintar colores tan salvajes como quiera que siempre van a ser lógicos. Además está la poesía de esta gente nómade que vive en trailers», precisó.
El circo también entusiasmó a Botero por tratarse de un tema que «ha sido favorito para los pintores desde hace muchos muchos años, empezando en el siglo XIX».
En ese marco, enumeró a los franceses Henri Toulouse-Lautrec, Edgar Degas y Pierre-Auguste Renoir, y a una segunda camada integrada por el español Pablo Picasso, el francés de origen ruso Marc Chagall y el francés Fernand Leger.
Pinturas sí, esculturas no
Aunque Botero es tan conocido por sus pinturas como por sus esculturas, el mundo circense es algo que sólo ha logrado plasmar en telas o papel, confesó.
«Nunca fui capaz de visualizar al circo como tema para esculturas. Intenté, pensé sobre esa posibilidad, pero no lo visualicé. En verdad no existe tradición de esculturas sobre el circo», dijo.
Tras este libro, del cual afirmó estar muy satisfecho por la calidad de las reproducciones y el respeto de los colores, Botero señaló que trabajará próximamente en un emprendimiento similar sobre su producción relativa a las corridas de toros.
«Tenemos la idea de hacer otro libro sobre las pinturas de corridas, porque he hecho muchas obras sobre ese tema durante mi vida», adelantó, sin precisar la fecha.
Botero es uno de los artistas vivos más cotizados en las subastas de arte y sus obras no sólo se encuentran en los mejores museos del mundo sino también en espacios públicos de muchas ciudades.
En su Medellín natal destaca la plaza Botero, inaugurada en 2002 frente al Museo de Antioquia y en la que se exhiben de manera permanente 23 de sus monumentales esculturas.
Fue precisamente en el Consejo de las Américas (por entonces conocido como Centro para las Relaciones Interamericanas) que se presentó en 1969 la primera exposición individual de Botero en Nueva York.