Fallece «La novia del llano», la cantante Adilia Castillo
La cantante y compositora venezolana Adilia Castillo, quien fuera bautizada como «La novia del llano», y quien se diera a conocer por su voz recia y su interpretación de temas como María Laya, Luz de luna, Palma sola y El pájaro chogüí, falleció ayer, a los 81 años.
Oriunda de la población apureña de El Yagual, jurisdicción del municipio San Martín del Yagual, ubicado en las riberas del río Arauca en Venezuela, Adilia Castillo nació el 26 de agosto de 1933, y desde muy temprana edad supo que sería cantante.
De hecho, ya a los 11 años solía improvisar tarimas para interpretar piezas relacionadas con el cantar llanero. Aunque fue después de su paso por Barquisimeto, y finalmente por Caracas, donde los dedos de la fama comenzaron a apuntarla.
Amante de la fiesta brava y del corrío llanero, Castillo comenzó a presentarse en los terrenos del Nuevo Circo, en la Maestranza de Maracay y Arenas de Valencia junto con las grandes estrellas y toreros de la época: Luis Sánchez Olivares «Diamante Negro», Rafael Figuera «Armillita de Aragua», César y Curro Girón, Alí Gómez, Oscar Martínez, Juan Flores «El Brillante Negro» y, su par femenina, la matadora María Cobián, conocida como la «Serranita de Colombia».
Fue a finales de los 50 cuando Adilia Castillo se apodera de la radio, la televisión, de los teatros y, por supuesto, de las salas de fiesta. Todos la consideraban una de las máximas exponente de la música folclórica venezolana, que llevó a Cuba, Chile, Argentina, Puerto Rico, España, Colombia, Estados Unidos y México, donde siempre interpretaba Ansiedad, del compositor venezolano Chelique Sarabia.
Y no solo cantaba los temas de otros autores. Adilia Castillo llegó a componer más 80 canciones entre tonadas, boleros, valses, pasajes, calipso y joroguara, que dedicaba a la naturaleza, al amor, al desamor, a las tradiciones de su pueblo y, sobre todo, al llano venezolano. Ahí están Lucerito de mi tierra, La noche, el mar y tú, Mi recuerdo, Deshojando la margarita, Guaremal, Luna de octubre, Mi linda llanura, Morena linda y Sin esperanza.
Era tanto su carisma, que no tardó en conquistar la televisión y el cine. Así, co-estelarizó con figuras de la talla de Javier Solís, Antonio Espino «Clavillazo», Yolanda Ciani, Miguel Aceves Mejías, Hilda Vera, José Chávez, José Baviera, Rodolfo Landa, Lorena Velásquez y Alfredo Sadel. Su última aparición en la pantalla fue en la película Er relajo der loro, de John Petrizzelli.
