El encanto de “Pelo malo”

La espera para ver Pelo malo, de Mariana Rondón, llegó a su fin. La película se instalará en la cartelera nacional a partir del miércoles. Su historia difícil y conmovedora va más allá del simple deseo de un niño de querer alisarse el pelo y de ser cantante. Es una mirada a la resistencia de Junior (Samuel Lange) ante su entorno. Es el retrato de Marta (Samantha Castillo), una madre que no sabe cómo lidiar con las señales de homosexualidad de su hijo adolescente, e intenta “reeducarlo”. Es un largometraje que enciende las alarmas ante un contexto de violencia-país que se ha naturalizado. 

El argumento de Pelo malo se sostiene por el trabajo de los actores, un elenco que se preparó durante tres meses antes del rodaje. “Ellos son muy distintos a los personajes que interpretan. Por eso los enfrentamos a situaciones de violencia, pero siempre como un juego, para preservarlos a ellos y la relación de amistad”, explicó ayer la directora en la proyección para la prensa.

La fuerza del elenco se une al trabajo fotográfico y la dirección de arte. El manejo de la luz, de los detalles, el cuidado de los encuadres en cada escena, permiten al espectador perderse en lainmensidad de los bloques del 23 de Enero, que se adentre en la mirada de Junior mientras se ve al espejo con la mitad del cabello liso, y que todos sonrían al verlo cantar Mi limón, mi limonero. 

Pelo malo retrata problemas sociales importantes como los hogares disfuncionales, tan comunes en Venezuela. La violencia es dibujada en las escenas de niños jugando en el piso mientras al fondo se escuchan detonaciones. La banda sonora caraqueña. El tráfico de la ciudad, indolente en las horas pico, se entrelaza con las frustraciones de una mujer que no consigue trabajo, discriminada como mujer y madre soltera.

La película saldrá a la cartelera nacional con 22 copias, en distintas salas de Cinex y Cines Unidos.