SIDOR no ha podido aumentar su producción este año
La poca disponibilidad de insumos y repuestos, y la alta conflictividad laboral en la Siderúrgica del Orinoco no han permitido aumentar la producción este año. En los primeros 4 meses de 2014 la estatal produjo 379.000 toneladas de acero líquido, el equivalente a lo que en 2007 –en la administración del consorcio argentino Ternium– se colaba en un mes, indicó Pedro Acuña, representante de los accionistas Clase B.
Calcula que este año la acería no producirá más de lo que fabricó al cierre de 2013, un total de 1,5 toneladas de acero líquido. “Con todos los gastos fijos de un año estamos produciendo lo que antes se producía en un mes”, señaló.
Acuña cree que habrá pérdidas de más de un millardo de dólares: “Las inversiones aprobadas no están destinadas a resolver los cuellos de botella de la producción”.
El representantes de los accionistas Clase B se refiere al contrato firmado entre Sidor y la compañía China Minmetals Engineering Co. Ltd por 250 millones de dólares para la instalación de una máquina de colada continua de redondos con la que se espera diversificar la producción.
“Ese proyecto está dirigido a alimentar una fábrica de tubos que está en el suelo y alimentar un tren de producción que no tenemos”, agregó.
La situación gerencial de la fábrica sigue siendo crítica. La junta directiva, en la que se planifican y se toman las decisiones más importantes, no se reúne desde agosto de 2012. Tampoco los estados financieros de los últimos tres años han sido presentados, indicó Acuña.
En seis años de nacionalización la fábrica ha tenido siete presidentes, los últimos cuatro eran militares. Al asumir el cargo la semana pasada, Tomas Andrea Schwab fue recibido por los trabajadores con un paro el jueves pasado por el incorrecto pago de pasivos laborales adeudados a los sidoristas desde 2008. Ayer fue levantada la huelga.
La conflictividad laboral ha producido este año más de 30 días de paro sindical y, en el último trimestre de 2013, hubo 54 días de inactividad por reclamos laborales.
Fuente: El Nacional