Por Marc Frank

LA HABANA (Reuters) – El acuerdo de Rusia para resolver una disputa sobre la deuda de Cuba, de más de 25.000 millones de dólares que debía a la antigua Unión Soviética, ha causado preocupación entre otros países acreedores agrupados en el Club de París, dijeron esta semana diplomáticos occidentales.

El acuerdo, firmado a fines del febrero durante la visita a la isla del primer ministro ruso, Dmitry Medvedev, señala que ambas partes llegaron a una fórmula para poner fin a la controversia y suscribir los documentos finales antes del 2014, pese a que cualquier convenio aún necesita la aprobación de la Duma, la asamblea legislativa rusa.

Según el último dato de 2009, la deuda externa de Cuba es de 19.800 millones de dólares. Alrededor del 50 por ciento de la deuda fue declarada «pasiva» cuando el país dijo que no podía cumplir con sus obligaciones a fines de la década de 1980, mientras que el resto se acumuló y fue descrita como «activa».

La isla nunca ha incluido la deuda con la Unión Soviética en sus cuentas, pues afirma que está en rublos convertibles sobrevalorados y que el país sufrió un daño masivo al romperse sus contratos bilaterales tras el derrumbe de su antiguo benefactor.

Si bien hay muy poca información disponible sobre el acuerdo con Rusia, Cuba ha dejado saber a otros acreedores que no está en condiciones de pagar sus antiguas deudas, que incluyen gran cantidad de intereses y pagos por servicios.

El pasado año, Cuba resolvió una disputa con acreedores comerciales japoneses que se remonta a la década de 1980. Eso podría ser un modelo para la solución de otras viejas deudas.

En virtud del acuerdo, el 80 por ciento de la deuda de 130.000 millones de yenes (alrededor de 1.400 millones de dólares) fue perdonado, mientras el resto se pagará durante 20 años.

Cuba ha estado pagando en tiempo, según fuentes empresariales japonesas.

«El acuerdo ruso fue una completa sorpresa para otros miembros del Club de París involucrados en el tema de Cuba, y rompió filas con ellos», dijo un diplomático que, como otros, pidió el anonimato. «Nosotros escuchamos primero sobre esto en las noticias», apuntó.

El Club de París es un grupo informal de gobiernos acreedores integrado por Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Irlanda, Italia, Japón, los Países Bajos, Noruega, Rusia, España, Suecia, Suiza, Reino Unido y Estados Unidos.

El Club de París informó que Cuba debía a sus miembros 30.500 millones de dólares al cierre del 2010, cifra que incluye la vieja deuda de la era soviética.

A diferencia del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, de los que Cuba está excluida debido al embargo comercial que aplica desde hace más de medio siglo Estados Unidos, el Club de París no emite préstamos multilaterales.

«La reprogramación de la deuda rusa, si tiene lugar, es una clara victoria para la estrategia económica internacional cubana de divide y vencerás», dijo Richard Feinberg, miembro de la Latin America Initiative de Brookings Institution, que tiene su sede en Washington, y que es autor de estudios sobre la necesidad de que Cuba se una a la comunidad financiera internacional.

«Ahora, si se puede quitar la pesada carga de las antiguas deudas rusas, Cuba estará en una posición de negociación más fuerte para la reestructuración de sus restantes deudas con los países occidentales del Club de París», dijo Feinberg.

BÚSQUEDA DE CREDIBILIDAD

Raúl Castro, quien reemplazó a su convaleciente hermano Fidel en la presidencia del país en el 2008, ha reducido drásticamente las importaciones, está eliminando más de un millón de empleos estatales y disminuyendo los subsidios para poner en orden las finanzas internas.

El país ha reestructurado su deuda pública y comercial con algunos acreedores, entre ellos el mayor, China, y ha estado pagando a los proveedores en tiempo.

En 2011, el gobernante Partido Comunista aprobó un plan económico de cinco años que busca «mejorar la credibilidad de Cuba en sus relaciones económicas internacionales, mediante el estricto cumplimiento de todos los compromisos contraídos».

El plan también llama a agilizar la reprogramación de la deuda externa de Cuba y aplicar «estrategias de reordenamiento flexibles para el pago de la deuda y concluir en el plazo más breve posible estos procesos».

El Club de París ha respondido tanteando el terreno para una posible reanudación de las conversaciones interrumpidas hace más de una década.

La Habana ha comentado que estaría interesado sólo si un acuerdo es verdaderamente «viable» y no da lugar a reestructuraciones repetidas y nuevas presiones de los acreedores, dijeron diplomáticos.

Rusia no sería el primero en romper con el Club de París.

En mayo del 2000, Alemania firmó un acuerdo bilateral con Cuba que cubre 115 millones de dólares del pago de la deuda de corto, mediano y largo plazo.

La deuda a corto plazo debía ser pagada hasta el 2003 y el monto a mediano y largo plazos entre el 2006 y el 2020, según una carta enviada al Club de París por el Gobierno alemán.

El acuerdo, al parecer, casi canceló la deuda de la isla con la antigua República Democrática Alemana en la vieja moneda rusa del rublo convertible.

(Reporte de Marc Frank; Traducción de Nelson Acosta en La Habana; Editado en español por Javier López de Lérida; REUTERS MF NAB JLL /)