Prevención máxima en la Copa de África debido al Ébola
Malabo, Guinea Ecuatorial | AFP | Médicos franceses, cubanos y egipcios fueron llevados como refuerzo de los protocolos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de cara de la Copa de África de fútbol, Guinea Ecuatorial cuenta con un dispositivo sanitario de gran amplitud para prevenir cualquier riesgo de propagación del virus Ébola.
A pesar de la «bajada real» de nuevos casos constatada el jueves por la OMS en los tres países de África Occidental más afectados (Guinea, Liberia, Sierra Leona), la gestión de la epidemia es un asunto de máxima preocupación para los organizadores de la Copa de África de Naciones (CAN).
Guinea Ecuatorial, pequeño Estado de menos de 800.000 habitantes, decidió dar un paso adelante y ser sede del torneo hace apenas dos meses, cuando Marruecos fue retirado como lugar del torneo después de haber pedido insistentemente un aplazamiento de la competición, precisamente por temor al actual brote de ébola, que ha provocado casi 8.000 muertes en el continente.
Nada más llegar a la pasarela para desembarcar del avión en Malabo (la capital, en la isla de Bioko) y Bata, la ciudad más poblada, el pasajero entrega una ficha sobre su estado de salud, se toma su tempertarua y sus manos son impregnadas de loción antiséptica por personal en traje blanco.
La sensibilización ante la enfermedad es visible en el país mediante carteles que alertan de los síntomas, anuncios o canciones pedagógicas emitidas por televisión.
– Riesgo «extremadamente débil» –
Para participar en la prevención de la epidemia, Guinea Ecuatorial contrató a médicos cubanos y puso en funcionamiento una línea de teléfono dedicada a la población en caso de una alerta. Otros países enviaron también profesionales para trabajar con el EPRUS (Establecimiento de Preparación y Respuesta a las Urgencias Sanitarias), una agencia ministerial.
Un miembro de la Seguridad Civil francesa fue designado como evaluador de la coordinación entre los diferentes ministerios afectados.
«Los protocolos puestos en funcionamiento corresponden a los que se tienen en el conjunto de países que presentan riesgo de ébola», asegura a la AFP en Malabo Christiane Bruel, jefa de la misión del EPRUS.
«El riesgo para la población es extremadamente débil porque tendría que venir una persona de uno de los tres países afectados y que esa persona hubiera estado en contacto con un enfermo de ébola, que tomara el avión y que tuviera tiempo de llegar aquí sin haber enfermado. Así que la probabilidad es extremadamente baja, aunque no hay que descartarla», añade.
Entre los países afectados, sólo Guinea está clasificado para el torneo, pero se ha estado preparando en Marruecos, después de haber jugado allí sus partidos como local en las eliminatorias.
«No hay problema con el ébola y si lo hay, tendremos medios para solucionarlo», explicó a la AFP Fadipe Ambrose, coordinador de la comisión técnica del Comité de Organización en Malabo.
– Dispositivo a punto –
La Confederación Africana de Fútbol (CAF) también está «confiada», según su secretario general Hicham El Amrani, sobre la posibilidad de jugar un torneo sin que el ébola lo empañe.
La CAF recordó que todos los equipos deben pasar por el aeropuerto de la capital para efectuar las pruebas sanitarias.
«Tuvimos ya una persona con un poco de fiebre, que siguió el procedimiento y pudo luego unirse a su delegación tres o cuatro horas después», relató.
Según un informe de expertos internacionales, el dispositivo está, en su conjunto, a punto.
Se ha estimado de manera satisfactoria la formación del personal médico, los equipamientos hospitalarios, la calidad del laboratorio de análisis, la capacidad de detección de un eventual caso en aeropuertos, la facultad para aislar a un enfermo y para tomar muestras de manera segura.
Algunos aspectos pueden ser mejorados, como los equipos de intervención rápida, la célula de crisis interministerial o el número de profesionales médicos en la frontera con Camerún.
«Se está trabajando para minimizar todos los fallos y evitar así cualquier problema», insistió la doctora Christiane Bruel.