Velan a fiscal argentino y se espera escuchar versión del único imputado
Buenos Aires, Argentina | AFP. Once días después de su muerte, los restos del fiscal argentino Alberto Nisman serán velados por familiares y la comunidad judía este miércoles, mientras Diego Lagomarsino, el único imputado en este caso por prestar el arma de donde salió el disparo mortal, dará su versión.
Maximiliano Rusconi, abogado de Lagomarsino, el único imputado en la investigación de la muerte de Nisman, anticipó que pedirá que la presidenta Cristina Kirchner se presente a declarar.
«Voy a sugerir que Cristina Fernández (de Kirchner) y Aníbal Fernández (secretario general de la Presidencia), ya que tienen tanta información, se presenten como testigos», dijo Rusconi a radio Mitre.
Kirchner y Fernández divulgaron en los últimos días información personal de Lagomarsino, un colaborador muy cercano a Nisman que fue quien le prestó la pistola calibre 22 de la que salió el disparo que le dio muerte el domingo 18 de enero.
El expediente está caratulado como ‘muerte dudosa’ y no se descarta que se trate de un suicidio, un suicidio inducido o un asesinato, según la fiscal del caso, Viviana Fein.
Lagomarsino, un técnico en informática, es la última persona que vió al fiscal con vida y tiene prohibida la salida del país.
Mientras avanza la investigación de esta muerte que mantiene a los argentinos pendientes como si se tratara de un policial en entregas, la familia Nisman-Garfunkel decidió realizar a partir de esta noche un funeral con acceso solo para allegados íntimos.
El jueves en la mañana será enterrado en un cementerio israelita en las afueras de Buenos Aires.
«El cuerpo será entregado hoy (miércoles) a sus familiares y será trasladado a la Cochería (sala de velación) de AMIA, donde se realizará el lavado ritual del cuerpo de acuerdo a lo establecido por las normas judías», indicó un comunicado de la organización judía.
Líderes de la colectividad judía en Argentina, la mayor de América Latina, habían pedido que se declarara día de duelo nacional en coincidencia con el sepelio.
– Custodios en la mira
El jefe de la custodia de Nisman, el policía Rubén Benítez, se convirtió en el tercer suspendido de la policía por este caso.
Benítez, quien coordinaba la custodia compuesta por diez efectivos, era un hombre de confianza de Nisman y dijo que lo había disuadido de comprar un arma días antes de su muerte, según la declaración que hizo ante la fiscal Fein, filtrada a la prensa.
Los encargados de la seguridad de Nisman, que investigaba el atentado contra la mutual judía AMIA en 1994, quedaron bajo la lupa por las contradicciones en que cayeron en sus declaraciones ante Fein.
Las autoridades policiales aseguran que no cumplieron con el protocolo establecido cuando el pasado 18 de enero pasaron varias horas sin que Nisman apareciera o se comunicara con ellos y no advirtieron a sus superiores.
Además de Benítez, otros dos custodios fueron «pasados a disponibilidad». Ellos son Armando Niz, suboficial superior de la Policía Federal y el sargento Luis Ismael Miño.
Nisman fue hallado muerto en el baño de su departamento en el exclusivo barrio capitalino de Puerto Madero, con un disparo en la cabeza.
Sobre su escritorio había documentación que iba a utilizar horas después en su comparecencia ante el Congreso para explicar su denuncia contra Kirchner y el canciller Héctor Timerman por supuesto encubrimiento de los imputados iraníes en el atentado de 1994 contra la AMIA que dejó 85 muertos y 300 heridos.