Rescate de Grecia, un drama en tres actos
Bruselas, Bélgica | AFP | Los ministros de Finanzas de la eurozona lograron el viernes en Bruselas un acuerdo con Grecia, pero al mismo tiempo escenificaron un drama: la marginación del griego Yanis Varoufakis, quien no goza de la simpatía del alemán Wolfgang Schäuble.
«Varoufakis está excluido de la negociación. Todo se negoció con Alexis Tsipras», confió a la AFP un responsable europeo al término de esta reunión durante la que los socios de Atenas aceptaron prolongar cuatro meses su ayuda financiera con condiciones muy estrictas.
«Hemos ganado una batalla pero no la guerra (…) las dificultades reales están delante de nosotros», afirmó el sábado en un discurso televisado Tsipras, para quien, con el compromiso alcanzado en Bruselas, el país «deja atrás la austeridad, el memorando, la troika» (UE, BCE, FMI).
Las relaciones entre Yanis Varoufakis y Wolfgang Schäuble se tensaron el 11 de febrero. Sin embargo, la reunión había empezado bien. Es la primera del Eurogrupo para Varoufakis. Con sonrisa abierta e inquietante, bufanda Burberry, bromea con la jefa del FMI, Christine Lagarde, que lleva chaqueta negra de cuero.
Al cabo de unas horas de discusiones, empieza a circular el anuncio de un acuerdo. Wolfgang Schäuble abandona la reunión para regresar a Berlín, pero horas después salta la sorpresa: Yanis Varoufakis ha llamado a Alexis Tsipras y éste ha rechazado el proyecto de texto, ya que el primer ministro griego quiere llevar el asunto a la cumbre europea que se reúne al día siguiente en Bruselas.
Pero la derecha del Partido Popular Europeo (PPE) cierra filas, espoleado por el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, que a unos meses de las elecciones asiste a la subida imparable de Podemos, partido hermano del griego Syriza.
– ‘Combate viril’ –
El rescate de Grecia no se discutirá. Angela Merkel, agotada por una noche de negociaciones en Minsk con Vladimir Putin para sacarle un alto el fuego en Ucrania, no está de buen humor y lo hace saber: el asunto es «marginal» y compete al Eurogrupo. «Queremos evitar una riña que provoque una salida de Grecia por accidente», explica a la AFP un consejero.
Alexis Tsipras toma la palabra en el momento de los postres. «Merkel tenía unos vecinos muy amables», ironiza un participante, para dar a entender que la canciller ignoró totalmente a su joven homólogo griego.
«Fue una cumbre muy agradable, sin conflictos ni debates intempestivos», comenta Jean-Claude Juncker en la rueda de prensa final. El presidente de la Comisión confía luego a unos periodistas que está «muy inquieto» por la continuación de las discusiones.
«Es terrible, los griegos parece que viven en otro planeta», comenta un responsable europeo unas horas antes del inicio de la segunda reunión del Eurogrupo, el lunes 16.
La reunión se interrumpe brutalmente. Yanis Varoufakis tiene la sensación de que lo han engañado, el colmo para un especialista de la teoría de los juegos, trata de mentiroso a Jeroen Dijsselbloem y se va dando un portazo.
La obra, que se ha desarrollado en un acto, acaba en ruptura. «Schäuble y Varoufakis, es un choque cultural, un combate viril», recuerda un participante.
– ‘Los días felices’ –
La altivez del economista griego zahiere al hombre de hierro de la zona euro, su estrategia de comunicación, a base de documentos que se filtran, exaspera a sus socios. En bloque, le dan hasta el viernes para pedir por carta oficial la prolongación de la ayuda financiera que Grecia recibe desde 2010.
Jean-Claude Juncker intenta entonces una mediación. Pasa «la noche y parte de la mañana» al teléfono con Alexis Tsipras, Jeroen Dijsselbloem y otros dirigentes.
La carta de Atenas llega por fin la mañana del jueves y Wolfgang Schäuble, respaldado por la opinión pública alemana que considera unos «descarados» a los griegos, quiere una capitulación y hace saber de inmediato que esa solicitud «no constituye una solución sustancial».
Por la noche, Alexis Tsipras mantiene una conversación telefónica de 50 minutos con Angela Merkel. Predice una solución «mutuamente beneficiosa» para Grecia y la zona euro.
Varoufakis tuitea que se ha preparado para la reunión yendo a ver «Los días felices», de Samuel Beckett. «Magnífica obra. Un alivio antes de lo que ya sabéis».
Sin embargo, el viernes llega aparentemente tenso. «Estuvo muy discreto durante toda la reunión», contó a la AFP uno de los participantes. «Dijsselbloem trató directamente con Tsipras».
«No estaríamos aquí si Grecia hubiera aceptado la semana pasada lo que hemos decidido hoy», suelta Wolfgang Schäuble en conferencia de prensa. «La confianza se ha destruido, la tendremos que reconstruir».