Príncipe Guillermo visita en Japón la zona devastada por el tsunami
Tokio, Japón | AFP. El príncipe Guillermo de Inglaterra visitó el domingo la región del noreste de Japón devastada por el sismo y el tsunami de marzo de 2011, donde varios supervivientes le entregaron grullas en origami, símbolo japonés de buena suerte.
Se trata del último día de su visita a Japón, que realizó sin su esposa, Catalina, a punto de dar a luz a su segundo hijo.
El segundo en el orden de sucesión al trono viajó a Ishinomaki, una de las localidades más afectadas por las olas gigantescas del 11 de marzo de 2011 que dejaron unos 19.000 muertos.
El príncipe, de 32 años, depositó un ramo de flores en un monumento en memoria de las víctimas, inclinando su cabeza en dirección a la zona donde vivían centenares de personas antes de que sus casas fueran arrasadas.
Varios niños ofrecieron a Guillermo grullas de papel rojo hechas por supervivientes del tsunami, quienes todavía se alojan en viviendas temporales.
Con una gran sonrisa, el príncipe dio las gracias a los niños en japonés.
«Cuando le dimos los pájaros, nos dijo que su hijo estaría contento», explicó una niña a la cadena de televisión NHK. «Me acordaré de este día toda mi vida», añadió.
El padre del pequeño Jorge, que en julio cumplirá dos años, visitó igualmente un museo dedicado al tsunami así como una zona comercial temporal construida en Onagawa, al este de Ishinomaki.
Los núcleos de tres reactores de la central nuclear de Fukushima se fundieron en el desastre. Decenas de miles de personas no pueden regresar a sus casas debido a la contaminación, aunque las autoridades aseguran que la zona afectada es limitada y que los niveles de radiación son normales en buena parte de las regiones del noreste.
El sábado, el príncipe Guillermo cenó con el primer ministro nipón, Shinzo Abe.
Viajará este domingo a Pekín, con la esperanza de estrechar las relaciones con China.
Su padre, el príncipe Carlos, que mantiene una buena relación con el dalái lama, había calificado en una ocasión a los líderes chinos de «espantosos personajes de cera», en uno de sus cuadernos de viaje publicados por la prensa.