Poroshenko advierte que Ucrania quiere la paz pero está lista para la guerra
KIEV, (AFP) – Ucrania está comprometida con el proceso de paz iniciado con los separatistas prorrusos pero se está rearmando para una nueva posible guerra, advirtió este martes el presidente Petro Poroshenko.
«Ucrania está firmemente comprometida con el plan de paz» pero está dispuesta a enfrentarse a una ofensiva rebelde en caso de un «escenario pesimista», declaró el presidente al inicio de una reunión de su consejo de seguridad nacional y de defensa.
Las regiones del este ucraniano prorruso eligieron dos «presidentes» el pasado domingo, reconocidos por Rusia, en unos comicios criticados internacionalmente.
Ucrania y los rebeldes firmaron un plan de paz el 5 de septiembre, destinado a poner fin al conflicto armado que ha dejado más de 4.000 muertos desde abril.
La votación del domingo fue «una violación grosera» de ese acuerdo, denunció Poroshenko, que ahora quiere introducir «correcciones» a los compromisos de su gobierno.
De ser necesario Ucrania decidirá la «abolición» de una oferta de autonomía, que es la pieza central del acuerdo de paz, explicó.
También podría invalidar la propuesta de unas «milicias populares» en esas regiones, que permitiría simultáneamente amnistiar a parte de los combatientes enemigos.
Por lo pronto, Ucrania está preparándose para nuevos choques generalizados, en una región que ya está viviendo una situación bélica a diario, con intercambios de obuses.
«Se han formado varias nuevas unidades y grupos, lo que permitirá de ahora en adelante contrarrestar una posible ofensiva contra Mariupol», un puerto estratégico a orillas del mar de Azov, Jarkiv (este), Berdiansk (sur) y la región de Dnipropetrovsk (centro-este), añadió Poroshenko.
«Estamos obligados a no dejar crecer este tumor canceroso», amenazó.
Líderes prorrusos investidos
El líder insurgente prorruso Alexander Zajarchenko, elegido el domingo presidente de la autoproclamada República Popular de Donetsk, en el este de Ucrania, con más de 75% de los votos, fue investido este martes, constató un fotógrafo de la AFP.
La misma ceremonia tuvo lugar en Lugansk, otro bastión rebelde, donde el ex militar de 50 años Igor Plotnitski, un nostálgico del pasado soviético, logró más de 63% de los votos el domingo.
Zajarchenko dijo que estaba dispuesto a reunirse con Poroshenko pero insistió en que Kiev negocie en pie de igualdad.
Los bombardeos de artillería en las afueras de Donetsk se reanudaron el martes.
«Disparos muy fuertes comenzaron a partir de las 06:30 am esta mañana», afirmó una habitante de la zona, Tatiana. «Es infernal», agregó.
¿Fin del alto el fuego?
En el este rebelde, muchas personas consideraban que el anuncio de Kiev de medidas de represalia significaba el fin de una frágil tregua.
Poroshenko reveló que el ejército ucraniano se está equipando «con la última tecnología» en términos de capacidad «ofensiva, de reconocimiento y de sistemas de guía» de misiles.
A nivel internacional, Estados Unidos se sumó el domingo a las críticas europeas condenando las «supuestas elecciones» separatistas y amenazando con nuevas sanciones contra Rusia, ya fuertemente castigada, por haber reconocido esa votación.
La votación «ilegal» en las zonas separatistas «corre el riesgo» de «malgastar una ocasión» de negociar no solamente la paz dentro del país sino con Moscú, afirmó la nueva jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.
«Estas supuestas elecciones» son «ilegales e ilegítimas» y no serán reconocidas por la UE, aseguró.
Rusia, desafiando las advertencias de los países occidentales, declaró que «respeta» la elección del pueblo y llamó el lunes a Kiev a «renunciar a las operaciones militares», considerando que los dirigentes rebeldes elegidos tienen ahora la legitimidad necesaria para dialogar con las autoridades ucranianas.
Unas 75.000 personas se manifestaron en Moscú en favor del presidente ruso Vladimir Putin y su política en el conflicto.