ONU pide $1,000 millones más para combate de Ébola
A pesar de que las tasas de infección han disminuido, los países donantes deberían ofrecer otros 1,000 millones de dólares adicionales para hacer frente a la epidemia del ébola y sus efectos en África occidental, señaló ayer el encargado de la ONU para el combate a la enfermedad, David Nabarro.
“La devastadora propagación de la enfermedad se ha ralentizado y la epidemia ha comenzado a retroceder”, señaló Nabarro en el Foro Económico Mundial que comenzó ayer en Davos, Suiza.
Los casos nuevos semanales bajaron abruptamente en Liberia y también han descendido en Guinea y Sierra Leona, los tres países más afectados por el brote de la enfermedad.
De todas formas, Nabarro advirtió que es demasiado pronto para hablar del fin de la epidemia.
Por eso consideró que para prevenir las nuevas transmisiones del virus se necesita un gran esfuerzo para ir a todos los rincones de estos tres países en búsqueda de nuevos casos y para garantizar que estos nuevos pacientes sean rápidamente aislados y atendidos.
“Es algo realmente difícil”, señaló sobre los planes a futuro.
Los donantes ofrecieron ya 1,000 millones de dólares al programa de respuesta de las agencias de la ONU y de otros grupos humanitarios, señaló Nabarro, quien añadió que aún se necesitan otros $1,000 millones más.
Ofrecimiento
La epidemia de ébola en África occidental sigue siendo una emergencia sanitaria de alcance internacional, según decretó ayer la directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, que aceptó la recomendación en este sentido del Comité de Emergencia del organismo.
Este Comité –formado por expertos en distintas áreas– se reunió por cuarta vez ayer para evaluar la actual epidemia de ébola, decidir si aún constituye una amenaza a la salud pública mundial y establecer recomendaciones.
En un comunicado hecho público ayer por la OMS, se explica que el Comité decidió “por unanimidad” mantener el estatus de “emergencia sanitaria de alcance internacional”, así como las recomendaciones hechas sobre cómo actuar para frenar su expansión, tanto en el interior de las fronteras de las tres naciones más afectadas, como en terceros países.
La evidencia sobre el terreno demuestra que los casos están disminuyendo, lo que confirma que la estrategia aplicada está funcionando en Guinea Conakri, Liberia y Sierra Leona, los países más afectados. La epidemia ha causado más de 21,000 casos y 8,000 muertos en los tres países africanos donde el virus ha circulado con intensidad.
