ONU condena asesinato de once indígenas en Guatemala
CIUDAD DE GUATEMALA, (AFP) – El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos condenó este martes el asesinato de once indígenas, en un municipio al oeste de la capital, dividido por la construcción de una cementera y una carretera.
«ONU Derechos Humanos lamenta que en esta ocasión se haya llegado al extremo de un enfrentamiento entre personas de una misma comunidad, resultando en la pérdida de vidas humanas, graves agresiones en contra de la integridad, así como actos intolerables de violencia en contra de las mujeres», indicó la entidad en un comunicado.
Los violentos sucesos se registraron el 19 y 20 de setiembre cuando pobladores se enfrentaron en el municipio de San Juan Sacatepéquez, a unos 30 km al oeste de la capital.
El enfrentamiento, debido a diferencias respecto a la habilitación de una carretera y la construcción de una planta de cemento, también dejó varios heridos, y viviendas y vehículos incendiados.
«Los acontecimientos se enmarcan en el contexto de una fuerte división comunitaria que se ha incrementado en los últimos años a partir de diversos episodios de violencia», aseveró el organismo internacional.
Sin embargo, pidió a las autoridades guatemaltecas «hacer una clara distinción entre quienes perpetraron esta masacre y quienes de forma legítima y pacífica reclaman y defienden sus derechos».
La entidad también considera que el establecimiento de un estado de excepción que restringe garantías constitucionales, decretado por 15 días en el municipio, «no debería verse como la vía para resolver el conflicto en el mediano y largo plazo».
Ante ello, pide al Ejecutivo «adoptar todas las medidas que estén a su alcance para reducir los altos niveles de tensión que se viven en la zona y reconstruir el tejido social».
Por último, insta a las autoridades de seguridad y justicia «a que conduzcan una investigación imparcial y efectiva (…) e identifiquen y desarticulen los eventuales grupos armados ilegales que presuntamente operan en el área; además de combatir la proliferación de armas entre la población».
En el ojo de la tormenta está el proyecto de la firma guatemalteca Cementos Progreso que inició en julio de 2013 las obras para construir una moderna planta en la finca San Gabriel, con una inversión de 720 millones de dólares y cuya entrada en funcionamiento está prevista para 2017.