Obama se pronuncia acerca de la ofensiva contra el Estado Islámico
Con la amenaza que para los demócratas supondrán las elecciones legislativas de noviembre, Estados Unidos anunció una ofensiva para combatir el terrorismo. A diferencia de hace 13 años, cuando se enfilaron las baterías contra la organización Al Qaeda tras el ataque a las Torres Gemelas en Nueva York, ahora el objetivo es el Estado Islámico.
El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, inició una gira por Medio Oriente destinada a concretar una coalición internacional contra el EI. Washington proyecta que la alianza esté constituida por más de 40 países entre las potencias occidentales y sus aliados en la región. Se calcula que la operación puede durar entre dos y tres años.
En una visita sorpresa a Bagdad, Kerry anunció que el Ejército de Irak será reconstruido y entrenado “no solo gracias a la ayuda de Estados Unidos, sino también a la de otros países”.
La coalición contará, según el diplomático, con participación de diferentes alcances. Buscará contener y derrotar a los extremistas islámicos en Irak y Siria con una ofensiva militar, económica y política.
Sin permiso. Obama comunicó a los líderes de la Cámara de Representantes y del Senado que su plan de acción contra el grupo yihadista no requiere aprobación parlamentaria, aunque necesita 5 millardos de dólares para financiar la estrategia.
La proximidad de los comicios legislativos hace que el voto en el Capitolio sea un riesgo, para demócratas y republicanos, ya que si el plan de Obama falla se prevé que pagarán con su curul quienes lo hayan apoyado.
La Resolución de Poderes de Guerra de 1973 indica que el presidente de Estados Unidos debe consultar al Congreso antes de enviar fuerzas armadas al extranjero. Las tropas pueden estar desplegadas durante 60 días sin que el mandatario haya obtenido la aprobación parlamentaria, pero si al cabo de ese período no se da el visto bueno, las tropas deberán regresar a su país.
El anunció del presidente sobre las medidas que tomará frente al Estado Islámico, se da un año después de que el 10 de septiembre de 2013, Obama dio marcha atrás a un plan militar que atacaría al régimen de Bachar al Assad en Siria, entre otras razones porque existió un alto riesgo de rechazo en el Capitolio y porque la ciudadanía se mostró contraria a otra aventura militar en Medio Oriente.
El presidente espera, además, que el Congreso apruebe un fondo de cooperación antiterrorista anunciado en mayo. Esos recursos “fortalecerían el papel del actual y futuros presidentes ante situaciones urgentes como la actual”, explicó Josh Earnest, vocero de la Casa Blanca.
Líderes caídos. El líder de un grupo rebelde en Siria murió en un atentado suicida junto con otros de sus altos directivos. Ningún grupo reclamó de inmediato la responsabilidad por el ataque que mató a Hasán Abud y a otros líderes de Ahrar al-Sham, que es parte del frente más fuerte que ha retado al Estado Islámico.
Los yihadistas declararon un toque de queda en la localidad de Mosul, en Irak, debido a los ataques del Ejército por la recuperación de la ciudad.
Hoy se cumplen 13 años de los atentados del 11 de septiembre de 2001. Ese día, 2 aviones se estrellaron contra las Torres Gemelas del World Trade Center, en Nueva York, y 1 contra la sede del Pentágono, en Washington. A partir de ese día la forma de entender el mundo y la seguridad cambió.
«El principal cambio desde el 11-S fue en materia de seguridad, con equipamientos y procedimientos más exigentes», dijo Tomás Aranda, director de Aviación y Transporte de Deloitte para el diario español Expansión.
Información de El Nacional