Obama pide USD 3.700 millones para atender ola migratoria clandestina
WASHINGTON, (AFP) – El presidente estadounidense, Barack Obama, solicitó el martes al Congreso 3.700 millones de dólares en fondos especiales para atender la oleada de inmigrantes clandestinos, especialmente de niños centroamericanos, que ha desbordado a las autoridades de este país.
Los fondos, superiores a lo que la Casa Blanca había anunciado a fines de junio que pediría, ayudarían a atender «de manera exhaustiva la urgente situación humanitaria» desatada por los miles de niños de Guatemala, Honduras y El Salvador que han cruzado ilegalmente la frontera este año sin la compañía de adultos.
El dinero estaría destinado a varias agencias del gobierno y financiaría un aumento de agentes fronterizos y vigilancia aérea para detener el flujo migratorio.
El gobierno también busca añadir más jueces de inmigración, funcionarios de asilo, nuevos centros de detención, y recursos para atacar las causas del creciente flujo migratorio, señaló Obama en una misiva.
Un objetivo central es acelerar las deportaciones, con «prioridad» en los inmigrantes que cruzaron la frontera recientemente, dijo un funcionario de la Casa Blanca, hablando en condición de anonimato. Pero otra funcionaria estimó difícil calcular en cuánto se reducirían esos plazos.
Los recursos servirían para expandir el uso de métodos alternativos a la detención, como tobilleras electrónicas, que permitiría a los inmigrantes ser alojados en casas de familiares y no en costosos y sobresaturados centros de detención, mientras sus casos son evaluados.
Y darían «flexibilidad» al secretario de Seguridad Interna, Jeh Johnson, para procesar y deportar más rápidamente a los migrantes de Centro América, dijo el funcionario.
«Estamos tomando pasos para a la vez proteger el debido proceso pero también deportar a los migrantes eficientemente», dijo la otra funcionaria, que habló bajo anonimato.
Obama, en una carta al presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, pidió al Congreso «actuar de manera expedita» para analizar su solicitud de fondos.
Además de reforzar la seguridad fronteriza, los fondos cubrirían «los costos operativos de responder al aumento significativo en las detenciones de niños solos y adultos con niños», apuntó.
– Difícil aprobación –
Pero no hay garantías de que el plan sea aprobado en el Congreso estadounidense, fuertemente dividido y cauteloso con los gastos.
Obama «creó este desastre en la frontera y ahora pide miles de millones de dólares de los contribuyentes sin contraloría ni un plan» para resolverlo, dijo el congresista republicano Bob Goodlatte, criticando que la propuesta no está dirigida a detener la ola migratoria.
«Es algo que debemos hacer», dijo el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, sobre aprobar los recursos. «Cómo llegamos hasta allá, no lo sé ahora», admitió.
El jueves la comisión de adjudicaciones del Senado realizará la primera audiencia sobre la solicitud presidencial, en la que se espera el testimonio del secretario de Seguridad Interior, Jeh Johnson.
Johnson visitaba el martes a Guatemala, donde el gobierno lanzó una campaña para promover que los jóvenes se queden en el país y advertir de los peligros de intentar llegar a Estados Unidos, recurrentemente con traficantes o sobre trenes de carga.
Obama viaja el miércoles a Texas (sur), el estado más afectado por la reciente crisis, pero no visitará la frontera. Sin embargo invitó al gobernador a reunirse.
– «Ambos lados de la frontera» –
Según la solicitud presidencial, el Departamento de Seguridad Interior recibiría más de 1.500 millones de dólares, incluyendo 116 millones para pagar el transporte de los menores de vuelta a sus países durante el año fiscal 2014, que cierra el 30 de septiembre.
Otros 1.800 millones de dólares irían al Departamento de Salud, principalmente para la atención de los menores.
El Departamento de Estado recibiría 300 millones de dólares para repatriar a los centroamericanos, atender las causas que impulsan la migración en los países centroamericanos, como la pobreza y la inseguridad, y lanzar campañas enfatizando que los inmigrantes clandestinos no podrán quedarse legalmente en Estados Unidos.
«Estamos tomando un enfoque agresivo desde ambos lados de la frontera», dijo la funcionaria.
El canciller guatemalteco, Fernando Carrera, afirmó el martes que Estados Unidos aceptó suspender temporalmente la repatriación de los niños mientras negocia con los gobiernos del istmo.
«No es que se logró que no continúen las deportaciones (…). Mientras tengamos una negociación de las condiciones para que los niños puedan regresar, hasta que no tengamos esa negociación no se va a enviar a ningún niño» a sus países, dijo Carrera.
Explicó que ese acuerdo lo alcanzaron los cancilleres de El Salvador, Guatemala y Honduras durante una reunión con Kerry el pasado jueves en Washington.
Desde octubre más de 52.000 niños, en su mayoría provenientes de El Salvador, Honduras y Guatemala, han sido detenidos en la frontera estadounidense.
En ese tiempo, las autoridades deportaron a 233.000 inmigrantes clandestinos, incluyendo 87.000 centroamericanos, según la Casa Blanca.