Obama confirma muerte del rehén Kassig, un acto de «pura maldad»
AFP . El presidente Barack Obama confirmó el domingo la muerte del rehén estadounidense Peter Kassig, también conocido como Abdul Rahman Kassig, y consideró el crimen perpetrado por el grupo yihadista Estado Islámico un acto de «pura maldad».
«Abdul Rahman nos ha sido arrebatado en un acto de pura maldad por un grupo terrorista que el mundo entero considera, con mucha razón, inhumano», dijo Obama en un comunicado a bordo del avión presidencial Air Force One, durante su vuelo de regreso a Estados Unidos de una gira asiática.
«Hoy presentamos nuestro pésame y nuestras plegarias a los padres y a la familia de Abdul Rahman Kassig, también conocido como Peter», escribió Obama.
«Mientras el grupo Estado Islámico mata a inocentes, incluidos musulmanes, siembra la muerte y la destrucción, Abdul Rahman era un trabajador humanitario que trabajaba para salvar las vidas de sirios heridos y desamparados por el conflicto en Siria», añade el texto.
Las acciones de esta organización «no representan ninguna fe, y sin duda no representan la fe musulmana que Abdul Rahman había adoptado», agregó el presidente en referencia a la conversión al islam del estadounidense ejecutado.
Los padres de Kassig se declararon en Twitter «desolados» de que su hijo «haya perdido la vida como resultado de su amor por el pueblo sirio y el deseo de atenuar su sufrimiento».
«Motivado por un fuerte deseo de usar su vida para salvar la vida de otros, Abdul-Rahman acudió a los campamentos colmados de familias desplazadas y hospitales carentes de personal en Siria», escribieron.
El grupo ultrarradical reivindicó el domingo la ejecución mediante decapitación del trabajador humanitario, secuestrado el 1 de octubre de 2013 en Siria, en respuesta al envío de consejeros militares estadounidenses a Irak, en un video que publicaron en internet sitios yihadistas.
Kassig, trabajador humanitario de 26 años originario de Indiana (Estados Unidos), fue secuestrado en la provincia siria de Deir Ezzor cuando ayudaba en hospitales a sirios que huían a Turquía y Líbano. Tras su captura se convirtió al islam.
En las imágenes se ve a un hombre encapuchado y vestido de negro, con acento británico, de pie junto a una cabeza cortada: «Es Peter Edward Kassig, un ciudadano estadounidense de vuestro país», afirma este hombre.
En la misma grabación difundida este domingo se muestra a combatientes del EI decapitando de forma simultánea a 18 hombres presentados como soldados del ejército del presidente sirio, Bashar al Asad.
Kassig es el tercer rehén estadounidense cuya ejecución reivindica el EI, después de los periodistas James Foley y Steven Sotloff.
«Como James Foley y Steven Sotloff antes que él, su vida y obra están en completo contraste con todo lo que representa el EI», agregó Obama.
El presidente destacó el trabajo de Kassig como «los actos desinteresados de un individuo que se preocupaba por la difícil situación del pueblo sirio».
Por último, Obama expresó su confianza en que «el indomable espíritu de bondad y perseverancia que ardía de manera tan brillante en Abdul Rahman Kassig, y que une a la humanidad, es en última instancia la luz que prevalecerá por encima de la oscuridad del EI».
Recordar la vida, no la muerte
Antes de la confirmación del asesinato, los padres del rehén pidieron a los medios no concentrarse en las imágenes horribles de la muerte del joven, sino en su vida.
«La familia pide respetuosamente a los medios que eviten jugar el juego de los secuestradores y eviten publicar o difundir las fotografías o los videos distribuidos por los secuestradores», dijeron en un comunicado Ed et Paula Kassig.
«Preferimos que se escriba y se recuerde a nuestro hijo por su importante trabajo y el amor que compartía con su familia y amigos, en lugar de la manera en que los secuestradores lo utilizaron para manipular a los estadounidenses y hacer avanzar su causa», agregaron.
Por su parte, el secretario de Estado John Kerry aseguró que el gobierno había trabajado con la familia de Kassig para tratar de evitar este desenlace y recordó que en octubre la madre del joven se había dirigido directamente al grupo EI por Twitter para pedir que no lo mataran.
El diplomático dijo que el pedido de la familia Kassig a los captores es «inolvidable».
«El hecho de que su pedido no fue escuchado es solo otro testamento de la crueldad infame de los terroristas del EI que le quitaron a su hijo», dijo.