Obama aspira a unir al mundo contra el «terrorismo»
Washington, Estados Unidos | AFP | Estados Unidos expresó este jueves que busca unir a la comunidad internacional contra el «terrorismo» yihadista, durante una cumbre mundial en Washington, en la que se debatía una estrategia concreta para «una nueva guerra contra un nuevo enemigo».
El presidente Barack Obama y su secretario de Estado John Kerry cerraban tres días de una reunión «contra el extremismo violento» en presencia de representantes de unos 60 países, entre ellos el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y los ministros del Interior francés y británico, Bernard Cazeneuve y Theresa May, respectivamente.
La reunión se venía preparando desde hace meses, pero retomó mayor relevancia tras los recientes atentados en París y Copenhague, y en plena campaña internacional contra el grupo Estado Islámico (EI) en Irak y Siria.
«Estamos aquí hoy porque estamos unidos contra el aumento del extremismo violento y el terrorismo», dijo Obama en la cumbre.
Los países deben mantenerse «firmes en su lucha contra las organizaciones terroristas», aseguró Obama, quien prometió trabajar con países inestables como Yemen y Somalia para ayudarlos a «evitar que haya espacios ingobernables donde los terroristas puedan encontrar refugios seguros», agregó.
Pero Obama advirtió que esa lucha «no es una cuestion de ser judíos, cristianos o musulmanes: todos estamos en el mismo barco y debemos ayudarnos unos a otros para salir de esta crisis».
El mandatario estadounidense, al igual que otros miembros de su gobierno, se cuidó de hablar de radicalismo islámico, una precaución en el lenguaje que le reprochan sus opositores del Partido Republicano.
El presidente Obama dijo en el encuentro que «la noción de que Occidente está en guerra con el Islam es una horrible mentira,y todos nosotros, sin importar nuestra fe, tenemos la responsabilidad de rechazarla».
Nueva guerra, nuevo enemigo
«A lo largo de toda nuestra historia, enfrentamos amenazas de agresión, de genocidio, de caos y dictaduras. Hoy se nos pide emprender «una nueva guerra contra un nuevo enemigo», dijo Kerry en una columna de opinión en The Wall Street Journal en la que nunca mencionó al grupo Estado Islámico (EI) ni hizo referencia al «extremismo islamista».
«El ascenso del extremismo violento representa el primer desafío para la juventud del siglo XXI», insistió, por su lado, el secretario de Estado, para quien la lucha contra las organizaciones radicales armadas constituye «el combate fundamental de nuestra generación».
Analistas sostienen que cerca de unos 20.000 combatientes extranjeros se sumaron en años recientes a los extremistas en Siria e Irak –4.000 de los cuales provenientes de Europa occidental–.
«No tiene precedentes», advirtió John Kerry, quien señaló que esa cifra equivalía al número de yihadistas que habían ido «a combatir en Afganistán en los años 80 (…) a lo largo de una década».
Por su parte, Ban aseguró que «el surgimiento de una nueva generación de grupos terroristas como Daech (acrónimo árabe del EI) y (el grupo islamista nigeriano) Boko Haram representa una grave amenaza para la paz y la seguridad mundial».
Pero al margen de la constatación, «tenemos que reunirnos para interrogarnos sobre nuestra estrategia», dijo el secretario de Estado estadounidense al abrir los debates de este jueves.
Seis meses después de la creación de una coalición internacional de unos sesenta países contra el EI –que esencialmente realiza bombardeos aéreos contra posiciones del EI en Siria e Irak–, «la cumbre deberá ampliar el diálogo internacional y (…) adoptar un programa de acción contra el extremismo violento», insistió.
«La sola fuerza militar no garantizará la victoria», advirtió este gran escéptico del intervencionismo militar a cualquier precio. «A largo plazo, esta guerra no será ganada sino recurrimos a un arsenal más amplio y creativo», reclamó Kerry.
El tema de la primera sesión fue por qué tantos jóvenes se estaban uniendo a Al Qaida y el EI, dijo el secretario de Estado, «porque no se puede derrotar aquello que no se comprende».
Nada garantiza, sin embargo, que la comunidad internacional reunida en Washington logrará elaborar este jueves el «plan de acción» concreto que quiere Estados Unidos.
Ban, quien denunció la «estrategia deliberada de choque y terror» emprendida por el EI, con sus videos de decapitaciones de rehenes, se comprometió a convocar en los próximos meses una cumbre mundial de dignatarios religiosos para «enviar un potente mensaje de solidaridad y tolerancia».
«El siglo XX se definió por la lucha contra la gran depresión económica, la esclavitud, el fascismo y el totalitarismo. Ahora es nuestro turno», concluyó Kerry, quien prometió que el combate contra el extremismo violento dominaría la próxima asamblea general de la ONU en setiembre.