Nuevo ataque del grupo yihadista EI a la frontera turca en Kobane
MURSITPINAR, (AFP) – Los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) lanzaron este sábado un ataque en dirección a la frontera turca al norte de Kobane, la ciudad siria defendida por los kurdos, que siguen a la espera de refuerzos del Kurdistán iraquí.
Los radicales, situados cerca de la frontera turca, «han disparado con artillería pesada en dirección a la frontera» y al menos «cuatro obuses han caído del lado turco», aseguró el Observatorio sirio de Derechos Humanos (OSDH), que tiene una amplia red de observadores en todo el país.
Mientras tanto, el viernes por la noche volvieron a producirse violentos combates dentro de la ciudad, asediada por los radicales desde el pasado 16 de septiembre.
Aunque con menos armas y hombres que los yihadistas, las fuerzas kurdas resisten, pero la llegada de un millar de rebeldes del Ejército Sirio Libre (ESL) anunciada el viernes por Ankara, es cada vez más incierta, después de que los dirigentes kurdos sirios afirmaran que no se había llegado a ningún acuerdo en este sentido.
El refuerzo que sí parece confirmado es el de unos 150 peshmergas (combatientes kurdos iraquíes), que llegarán la semana próxima a través de Turquía.
Ankara concedió a regañadientes autorización a su tránsito por territorio turco, pero sigue negándose a dejar pasar a kurdos de otras nacionalidades y a ayudar militarmente a las milicias kurdas sirias, al considerarlas «terroristas» ligadas al PKK, el partido kurdo turco que desde 1984 lleva a cabo una insurrección separatista.
En cualquier caso, la oposición siria considera necesario abrir otros frentes contra los yihadistas en el país para aflojar el nudo en torno a Kobane.
Las fuerzas kurdas sobre el terreno reciben ayuda desde finales de septiembre de una coalición internacional liderada por Estados Unidos que desde el 8 de agosto ha realizado en Siria e Irak más de 600 incursiones aéreas y lanzado más de 1.700 bombas. El último ataque se produjo la noche del viernes al este de Kobane, según el OSDH.
– En Irak el EI gana la partida-
En Irak, son los yihadistas los que ganan por el momento la partida pese al apoyo aéreo internacional.
Ocho soldados iraquíes murieron este sábado combatiendo contra los yihadistas al sur de Bagdad, anunciaron las autoridades iraquíes, cuando las tropas trataban de asegurar la ruta de miles de peregrinos chiitas.
Los peregrinos que celebran la fiesta de Ashura, que marca la muerte del imán Hosein –una de las figuras mayores del islam en la corriente chiita– son objetivo frecuente de atentados, pero este año, con las fuerzas del EI dominando grandes partes del país, las celebraciones podrían convertirse en sentencia de muerte para muchos.
En el norte, el EI ha vuelto a sitiar el Monte Sinjar, donde se refugiaron en agosto cientos de civiles de la minoría yazadí, y en en el sur, el grupo radical se ha hecho con una nueva zona de Al Anbar, al oeste de Bagdad, y ya tiene casi toda la provincia bajo su dominio.
Además, crece la preocupación por el posible uso de armas químicas por parte de los yihadistas.
El Washington Post desveló que varios policías iraquíes habrían sido ingresados el mes pasado con síntomas de envenenamiento. El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, aseguró que Estados Unidos se toma «muy en serio» las acusaciones de que el EI podría habría utilizado gas cloro.
Por otro lado, las tropas iraquíes sufren numerosas carencias, con la falta de preparación y el alto número de deserciones entre sus filas, hasta el punto de que el gobierno iraquí ha ofrecido una amnistía a los desertores que regresen al Ejército.
Para suplir esta falta de formación, el secretario de Estado estadounidense John Kerry sugirió hace días que Rusia podría enviar instructores para formar a los militares iraquíes, pero este sábado Moscú ha negado la veracidad de esa información.
«No hay ningún acuerdo mediante el cual enviaríamos instructores para formar al ejército iraquí», declaró el ministro ruso de Exteriores Serguei Lavrov.
El viernes, el presidente ruso Vladimir Putin acusó a Estados Unidos de ser en parte responsable de los éxitos del EI, pues la intervención de Washington en Irak impulsó a antiguos soldados de Sadam Husein hacia este grupo yihadista, en cuyo interior «operan de forma muy eficaz desde el punto de vista militar».