Murió «Pepe el misionero», la tortuga más querida de Galápagos
QUITO, (AFP) – «Pepe el misionero», la tortuga gigante más querida de las islas ecuatorianas de Galápagos, en el Pacífico, murió el jueves por causas naturales, informó el viernes el director de Ecosistemas del Parque, Víctor Carrión.
El quelonio, que vivía protegido en la isla San Cristóbal y tenía unos 60 años, falleció «a causa de que varios de sus órganos venían fallando», dijo el funcionario a la AFP, añadiendo que Pepe también sufría de sobrepeso.
Agregó que desde hace unos dos años también presentaba «problemas para comer», pues por períodos dejaba de ingerir alimento.
«Tras 60 años de vida, Pepe el misionero permanecerá en la memoria de los cristobaleños por siempre», escribió el director del Parque Nacional Galápagos (PNG), Arturo Izurieta, en su cuenta en Twitter.
Añadió que «la desaparición de la tortuga Pepe no pone en peligro su especie».
El quelonio, de la especie Chelonoidis becki que habita en el volcán Wolf, en el norte de la isla Isabela, se convirtió en el más consentido de Galápagos, un archipiélago a 1.000 km de la costa de ecuatoriana que forma parte del Patrimonio de la Humanidad por su flora y fauna únicas.
En Wolf existen unos 2.000 quelonios de esa especie que viven en estado natural, señaló Carrión.
A finales de la década de 1940, una familia de Puerto Baquerizo Moreno (capital de San Cristóbal) recibió al animal, al que los pescadores bautizaron como «Pepe». En 1967, la tortuga fue dada a curas de la orden Franciscana, por lo que el nombre se extendió a «Pepe el misionero».
Para los franciscanos fue una querida mascota que permanentemente recibió la visita de la población, que le daba de comer frutas y otros alimentos distintos al de su dieta normal. El quelonio finalmente fue entregado al PNG en 2012.
En junio de 2012, el «Solitario Jorge», la última tortuga gigante de su especie que habitaba en Galápagos, murió de causas naturales tras infructuosos intentos para que se reprodujera.
«Jorge», que se estima tenía más de 100 años y se convirtió en símbolo de la conservación animal, era el único sobreviviente de la especie Chelonoidis abigdoni y provenía de la isla Pinta, donde fue encontrado en 1972.
Los quelonios dan su nombre a las islas ecuatorianas, declaradas Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco hace tres décadas.
Galápagos aún alberga a once especies de tortugas gigantes tras la desaparición también de las especies de las islas Fernandina (Chelonoidis fhantastica) y Santa Fe (Chelonoidis spp).
«Trabajamos fuertemente por conservar todas las especies del archipiélago», expresó Izurieta en Twitter.