Moscú, Kiev y la UE acuerdan reforzar el control del alto el fuego en Ucrania
Riga, Letonia | AFP | Moscú, Kiev y la Unión Europea convinieron este viernes reforzar el control del alto el fuego en el este de Ucrania, cuya aplicación «no es perfecta» pero tiene una «tendencia positiva», según la UE, que se mostró reticente a modificar las sanciones contra Rusia.
El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, y su homólogo alemán, Frank-Walter Steinmeier, «pidieron a la OSCE que tome rápidamente una decisión para extender el mandato de su misión de observación especial y aumente su dotación hasta los 1.000 observadores», afirmó la cancillería rusa en un comunicado.
«Todos los actores de este conflicto, y Rusia también se declaró dispuesto, tomaron nota de no sólo prorrogar el mandato de la misión en Ucrania sino también de hacer posible que se incremente a 1.000 la cantidad de observadores», indicó a la prensa en Riga el ministro alemán.
La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), organismo compuesto por 57 países, entre ellos todos los de Europa, incluida Rusia, desplegó en Ucrania 450 observadores, de los cuales 324 en el este del país.
La misión, que tiene por objetivo verificar el respeto del alto el fuego y la retirada de armas pesadas, termina el 23 de marzo.
Según Steinmeier, que precisó que el rol de la OSCE estuvo «en el centro de los debates» de la reunión de ministros de la UE en Riga, «quedó claro» que los observadores de la OSCE tendrán acceso a los sectores en donde aún se registran combates como también a los lugares «en donde están almacenadas las armas que fueron retiradas del frente».
El secretario general de la OSCE, Lamberto Zannier, denunció horas antes en declaraciones a la AFP que aún se le niega el ingreso a sus observadores a algunas regiones del este de Ucrania.
«Hay áreas a las que simplemente no podemos ingresar», dijo Zannier en Riga.
Desde el 15 de febrero está en vigor en el este de Ucrania un alto el fuego alcanzado en Minsk a instancias de Francia y Alemania, cuyos mandatarios tomaron parte en una maratoniana reunión con sus homólogos de Rusia y Ucrania.
La situación continúa siendo inestable en el este. La preocupación de la Unión Europea es que se implemente el acuerdo en su totalidad y el proceso no descarrile como sucedió con el primer acuerdo de Minsk para un alto el fuego alcanzado en septiembre.
– Alto el fuego imperfecto, tendencia positiva –
«De momento el alto el fuego no es perfecto pero la tendencia es positiva», dijo en Riga la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.
Interrogada sobre la posibilidad de modificar las sanciones contra Rusia, incrementándolas o disminuyéndolas, Mogherini afirmó que «no se sacarán (…) mientras no suceda algo realmente bueno en el terreno. Al mismo tiempo seguimos listos para incrementar la presión si es necesario».
Los 28 países miembros de la UE no son unánimes en relación a las sanciones impuestas a Moscú.
Los países del este del bloque, otrora bajo el paraguas de la URSS, representan el ala dura de la UE, grupo al que se suma el Reino Unido.
El ministro de Relaciones Exteriores británico, Phil Hammond, aseguró este viernes en Varsovia, antes de viajar a Riga, que junto a sus homólogos prepararían sanciones contra Moscú «que se podrán imponer rápidamente si se da un paso más hacia una agresión de gran envergadura de la parte rusa o si no se cumplen las obligaciones del acuerdo de Minsk».
«Con sobresaltos, los acuerdos de Minsk se están implementando, por lo que no es el momento de acelerar el proceso de sanciones», estimó por su parte el ministro español José Manuel García-Margallo.
«Hay que asegurar la implementación de los acuerdos de paz alcanzados en Minsk y hay que ir evaluando la situación a medida que evolucione para decidir qué hacemos con el cuadro de sanciones», agregó.
Desde la anexión de la península de Crimea por Rusia, la UE adoptó una estrategia progresiva de sanciones contra Moscú. Con el derribo de un avión comercial sobre Ucrania en julio, el bloque decidió adoptar restricciones económicas contra Rusia, que afectan principalmente al sector financiero.
Estas medidas tienen sin embargo un impacto en las exportaciones europeas hacia Rusia, que según el ministro español se eleva a unos 21.000 millones de euros en ocho meses.
Kiev y los países occidentales acusan desde hace meses a Rusia de apoyar militarmente a los rebeldes separatistas del este ucraniano, pero Moscú lo niega.
En el terreno, ambas partes afirmaban este viernes estar cumpliendo con la retirada de armas pesadas de la línea del frente prevista por los acuerdos de Minsk. Kiev afirmó no haber registrado nuevas pérdidas, pero acusó a los rebeldes de seguir atacando sus posiciones.