Miles marchan contra la corrupción y el gobierno de Rousseff en Sao Paulo
Brasil | AFP. Unos 5.000 manifestantes, según la policía, marcharon este sábado por el centro de Sao Paulo contra la corrupción en Brasil y en rechazo a la gestión del gobierno de la presidenta reelecta, Dilma Rousseff, en un acto respaldado por la oposición.
Ésta es la quinta convocatoria de este tipo que tiene lugar en Sao Paulo desde el ajustado triunfo de Rousseff en el balotaje de las elecciones presidenciales el pasado 26 de octubre.
Tras la polémica suscitada en las concentraciones anteriores por la presencia de partidarios del regreso del régimen militar, el grupo ‘VemPraRua’ (sal a la calle, en español), uno de los organizadores, publicó un manifiesto en las redes sociales.
«Estamos contra cualquier tipo de violencia y condenamos cualquier tipo de extremismo (separatismo, intervención militar, golpe de Estado) y no transigimos con gobiernos autoritarios», afirma el movimiento en su cuenta de Facebook, donde se define como «espontáneo, partidario y democrático».
A la convocatoria acudieron, sin embargo, manifestantes portando carteles en favor de un golpe que, tras unos momentos de tensión, se escindieron de la marcha. El grupo, de unas 400 personas según la policía, acabó tomando un camino alternativo.
La protesta de este sábado contaba con el apoyo del candidato opositor derrotado en octubre, Aecio Neves (PSDB, socialdemocracia), quien publicó un video llamando a la participación.
«Nosotros ya decíamos que el escándalo de Petrobras era el mayor caso de corrupción de la historia de Brasil. Pero la lista no para de crecer y ahora nos estamos enterando de que no era sólo en Petrobras. Más que nunca, tenemos que estar movilizados. Esa es el arma que nosotros tenemos. Nuestra movilización y nuestra capacidad de indignarnos», lanzó el líder del PSDB.
En Sao Paulo, la ciudad más rica y poblada de Brasil, Aecio Neves obtuvo más del 60% de votos en la segunda vuelta electoral.
En los últimos meses, los brasileños conocen cada día nuevos detalles del escándalo de corrupción destapado en Petrobras, la mayor empresa del país, donde se habrían producido desvíos fraudulentos de cerca de 4.000 millones de dólares en una década.
Según admitieron acusados, empresas constructoras formaron un cartel para rotarse contratos con la estatal, pagaban un sobreprecio a cambio de adjudicarse las obras y ese dinero era destinado a políticos e intermediarios.