Los rebeldes de Ucrania retiran los cadáveres del lugar del siniestro y ponen condiciones al acceso de los expertos
GRABOVE, (AFP) – Los separatistas prorrusos retiraron el domingo los cadáveres de los pasajeros que viajaban en el avión que cayó en el este de Ucrania y condicionaron el acceso de los expertos internacionales al lugar a una tregua con el gobierno de Kiev.
Los observadores internacionales aseguraron el domingo que los separatistas se habían llevado 169 cuerpos en un tren frigorífico a la ciudad de Torez, a unos 15 kilómetros de donde se estrelló el avión con 298 personas a bordo.
Un equipo de la AFP encontró el lugar de la catástrofe abandonado el domingo por la mañana, con guantes de socorrista tirados por el suelo, después de que los cuerpos fueron retirados.
Familiares de las víctimas de la catástrofe, procedentes de una decena de países pedían que los restos les fueran entregados.
«En este momento solo espero que el mundo pueda ayudar a las familias a recuperar los restos», dijo a la AFP en Kuala Lumpur Zulkifli Abdul Rahman, cuñado de una de las azafatas del vuelo.
– Acceso «total y libre» –
La comunidad internacional está cada vez más indignada con los rebeldes y con sus supuestos protectores del Kremlin tras la caída del avión que, según Estados Unidos fue abatido por un misil.
Washington cree que Moscú brindó baterías de misiles a los separatistas prorrusos y las recuperó después de que una de ellos derribara el avión, según publicó la prensa estadounidense la noche del sábado.
El domingo, el presidente francés, François Hollande, la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, y el primer ministro británico, David Cameron, «exigieron» al presidente ruso Vladimir Putin que consiga que los separatistas prorrusos permitan el acceso «total y libre» a la zona donde se estrelló el vuelo MH17, que hacía la ruta Amsterdam-Kuala Lumpur.
El primer ministro holandés, Mark Rutte, cuyo país ha perdido a 192 ciudadanos en el accidente, también habló con Putin y le urgió a «hacerse responsable» de una investigación creíble, durante una conversación telefónica que describió como «muy tensa».
Ucrania acusa a Rusa de ayudar a los insurgentes a destruir pruebas vitales que podrían probar su implicación en el supuesto derribo del Boeing 777 el jueves por la tarde.
Pero lo que sugieren las autoridades rusas es que el nuevo gobierno de Kiev lanzó el ataque para culpar a los rebeldes y convencer así a sus aliados occidentales para que le ayuden militarmente a combatirlos.
Los rebeldes, que controlan el este de Ucrania desde abril, han limitado el acceso a la zona del siniestro a los 30 observadores de la Organización de Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), que quieren asegurase de que los restos humanos reciban un trato respetuoso.
El secretario de Estado John Kerry dijo a su homólogo ruso Serguei Lavrov que Washington estaba «muy preocupado» por el hecho de que se hubiera prohibido un «acceso adecuado» a los investigadores.
Tras esta conversación, Moscú publicó un comunicado pidiendo que se entregaran a los inspectores internacionales las «pruebas materiales, incluidas las cajas negras» para que puedan hacer una investigación independiente.
Pero Putin niega firmemente que tenga control sobre los rebeldes y uno de sus líderes mandó el domingo un correo electrónico a la prensa anunciando las condiciones que imponía para permitir acceso ilimitado a la zona, las mismas que Kiev ha estado rechazando durante las últimas semanas.
– Equivalente al 11 de septiembre –
El presidente ucraniano Petro Poroshenko se niega a volver a establecer un alto el fuego hasta que los separatistas no entreguen las armas.
El domingo intentaba convencer a los líderes internacionales de que reconocieran a las milicias como organización terrorista y que fueran juzgados en el Tribunal Penal Internacional de La Haya.
Al presidente francés, François Hollande, le dijo que la catástrofe del avión malasio era similar a los atentados de 2011 en Estados Unidos.
«No hay diferencia entre lo que ha sucedido en Ucrania y lo que pasó el 11 de septiembre en Estados Unidos o en la tragedia de Lockerbie», dijo Poroshenko haciendo referencia al lugar en el que se estrelló el vuelo de Pan Am, víctima de un atentado en el que murieron casi 300 personas en 1988.