«La prioridad debe ser la erradicación de la pobreza»
Entre los numerosos desafíos de los países que integran la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac), la prioridad debe ser la erradicación de la pobreza, el hambre y la desigualdad en los pueblos de la región como un deber ético de los gobernantes, expresó este miércoles la presidenta de la República de Chile, Michelle Bachelet.
«Nuestros países tienen numerosos desafíos pero hay uno que debe seguir siendo prioritario, es un deber ético y nuestra primera responsabilidad política erradicar la pobreza, el hambre y reducir las enormes desigualdades que son claros obstáculos del progreso social y humano de nuestras naciones», sostuvo la mandataria chilena durante la III Cumbre de la Celac que se desarrolla en Costa Rica.
Señaló que desde su creación, en 2011, la Celac ha logrado obtener resultados que los motivan a seguir persistiendo en la reducción de los niveles de pobreza, que se redujo en casi 16 puntos porcentuales, de acuerdo al panorama social de América Latina 2014 y cifras de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) entre los años 2002 y 2013.
Bachelet consideró «un gran avance que millones de ciudadanos hayan podido optar a formas de vida más digna y que cuenten con mejores condiciones para participar en el progreso de sus respectivas sociedades», pero sostuvo que se debe actuar con más fuerza para lograr sociedades más justas, más democráticas y más igualitarias.
«Hemos conocido en la región tasas de crecimiento altas y sostenidas, y quién podría desconocer los logros en las condiciones de vida de nuestros países, las posibilidades de acceder a mejores viviendas, mejores ingresos familiares y una masificación de prácticas de consumo, pero con la misma claridad, quién puede desconocer que se han conservado o profundizado las brechas de distribución del ingreso con la calidad de los servicios recibidos en salud, educación o previsión», sostuvo.
Lamentó que muchos hombres y mujeres provenientes de pueblos originarios y afrodescendientes, así como inmigrantes, personas con VIH (sida) y con discapacidad sigan siendo excluidos y afirmó que incluso todavía existe desigualdad de género.
«Sabemos que una de cada tres mujeres, el 30,8% no cuenta con ingresos propios en América Latina y sabemos que los empleos son más precarios entre las mujeres y los jóvenes», afirmó.
En ese sentido, resaltó que la mujer puede ser un factor esencial para salir de la pobreza porque «cuando la mujer tiene un ingreso el 90% lo utiliza para la salud, la educación, la alimentación, la vivienda».
«Son duras las expresiones de las desigualdades que viven día a día nuestros compatriotas y estas son en consecuencia, nuestras prioridades irrenunciables», enfatizó.
Bachelet llamó a sumar voluntades y fuerzas democráticas para impulsar los cambios urgentes, poniendo en el centro de las políticas la inclusión en todas sus dimensiones, de la mano con la democracia, la rendición de cuentas, la participación ciudadana, la defensa y promoción de derechos humanos.
«Debemos atender estos desafíos hoy y no mañana, debemos iniciar ahora con renovado ímpetu el fin de las asimetrías de poderes económicos, políticos y sociales que causan daño a nuestras sociedades, que también frenan nuestra productividad, que amenazan la calidad de nuestra democracia, de manera que podamos efectivamente garantizar a nuestros pueblos el bienestar, la dignidad y el respeto que todos se merecen», agregó.