Kirchner ante el desafío de un default parcial en Argentina
BUENOS AIRES, (AFP) – La presidenta argentina, Cristina Kirchner, cuyo país fue declarado en default selectivo, deberá lidiar con los efectos sobre la economía, ya afectada por recesión e inflación, cuando aumenta la tensión social como antesala a un año electoral.
La magnitud de las heridas que ocasionará el default en la economía está vinculada al tiempo en que Argentina tarde en salir del atolladero. De esto dependerá cuánto capital político pierda el gobierno en el camino, estimaron analistas consultados por la AFP.
«Hay un discurso de épica que al gobierno lo ayudó en esta etapa de negociación con los fondos especulativos y que con un resultado exitoso hubiera dejado un rédito político importante», dijo Mariel Fornoni, directora de la consultora Managment & Fit.
Esta oportunidad se alejó cuando Argentina fue declarada en default parcial por una agencia de calificación de riesgo, tras el fracaso de las negociaciones entre el gobierno y los fondos especulativos que ganaron un juicio en Estados Unidos concerniente a deuda impaga desde 2001.
Fornoni advirtió que «todavía está el gobierno a tiempo de capitalizar un resultado si es que se tratara de un default ‘express'», es decir, una moratoria que se resuelva en cuestión de horas o días.
Para la socióloga Graciela Romer más allá del nombre con que se quiera arropar al default, lo cierto es que tendrá consecuencias en la economía que ya venía en picada, y eso está presente en las expectativas negativas que tienen los argentinos respecto al próximo semestre, dijo a la AFP en base a sondeos de opinión pública en los que se especializa su firma homónima.
– Pesimismo con o sin default –
«El default no es algo que esté en las prioridades de la agenda de la sociedad, la preocupación pasa por la inseguridad pública, la inflación y la caída dramática del poder adquisitivo», estimó Romer, previendo -al igual que Fornoni- que estas variables se potenciarán con la moratoria.
La socióloga consideró que el pesimismo «está impactando muy fuerte sobre la imagen de gestión del gobierno nacional» y prevé una tendencia a la baja en lo que queda de mandato, hasta las elecciones presidenciales de octubre de 2015.
En igual sentido Fornoni opinó que «cuando la economía sufre, el malhumor social aumenta y por lo tanto la variable económica es muy sensible a la hora de expresar el voto».
En un sondeo realizado este mes por Managment & Fit el 34,5% evaluó como positivo el manejo que tuvo el gobierno de la negociación con los fondos especulativos, mientras el 31,6% dijo que fue regular y 28,5% lo consideró malo.
Asimismo a la hora de hallar responsables del default, un 44,2% consideró que la responsabilidad corresponde al gobierno, en tanto como principal consecuencia señalaron que la cesación de pagos traerá mayor inflación (38,3%), recesión (25,3%) y depreciación de la moneda (13,2%).
«Sin duda en este marco habrá mayor desempleo y crecerá la tensión social y habrá que ver si los aliados en el sindicalismo con que siempre contó el gobierno podrán resistir la presión para no cruzar a la vereda de enfrente», dijo Fornoni.
La Confederación General del Trabajo (CGT), central opositora al gobierno, ya adelantó que estudia impulsar una huelga general para mediados de agosto.
Esta influyente central obrera medirá fuerzas convocando con un llamado a reclamar por el deterioro de los salarios, mientras agrupaciones sindicales aliadas al gobierno siguen aún al margen de la medida de fuerza.
Para el analista político Rosendo Fraga, el gobierno intentará imponer de aquí en más una «euforia nacionalista».
«Pero puede tornarse antes de finalizar el año en una fuerte decepción» advirtió.
Si bien el escenario negativo es previo al default, la cesación de pagos acentuará la caída de la economía, «pero la manera en que ello impactará en los comicios presidenciales de 2015 es relativa», alertó Fornoni.
«No hay que olvidar que toda elección es en definitiva un plebiscito entre cambio y continuidad y en medio de una crisis la gente tiende a elegir la continuidad, el voto siempre es conservador», estimó esta analista.