Inicia juicio contra 10 personas por estafa a heredera de L’Oreal
El juicio sobre los presuntos abusos que sufrió la mujer más rica de Francia, Liliane Bettencourt se abrió hoy en Burdeos.
El presidente del Tribunal Correccional de Burdeos Denis Roucou explicó a la apertura del proceso que no se sabía si el antiguo enfermero de Bettencourt, Alain Thurin, estaba «vivo o muerto».
Thurin, que debía comparecer ante el tribunal y que según las informaciones de los magistrados intentó quitarse la vida ayer en un bosque cerca de su casa en la región de París, es uno de los 10 inculpados por abusar de la heredera de L’Oréal (que tiene ahora 92 años) para apropiarse de una parte de su dinero.
Los otros procesados, entre los que destaca el exministro Eric Woerth, el fotógrafo François Marie Banier, los exgestores de la fortuna de Bettencourt Patrice de Maistre y Pascal Wilhelm, o el empresario Stéphane Courbit.
Woerth (58 años) está acusado de receptación, en concreto, de haber recibido sobres con decenas de miles de euros en efectivo que le entregó De Maistre para la campaña presidencial de 2007 de Nicolas Sarkozy, de quien era entonces el tesorero.
Sarkozy estuvo imputado en este caso durante la fase de instrucción, sospechoso de haber acudido a casa de la millonaria en febrero de 2007 para obtener apoyo financiero para su campaña, pero al final archivaron las cargas contra él por falta de pruebas.
Banier (67 años) es, probablemente, el más iconoclasta de los que se sientan en el banquillo, y lo que se le reprocha es haberse aprovechado de la vulnerabilidad de la anciana para designarlo como heredero y para otorgarle regalos diversos por valor de más de 400 millones de euros (449 millones de dólares).
De Maistre (65 años) es el único que ha estado en prisión provisional (tres meses), acusado de haberse quedado con más de 12 millones de euros (13,49 millones de dólares) y de haber organizado operaciones irregulares con una parte del capital de Bettencourt, escondido del fisco francés en Suiza.
Wilhelm (53 años), nombrado mandatario de la fortuna de la millonaria a finales de 2010, aparece como el responsable de una serie de inversiones que presuntamente no sólo escapaban a la comprensión y al interés de su patrona, sino que además beneficiaban particularmente a otro de sus clientes, Stéphane Courbit.
Este último, devolvió recientemente los 143,7 millones de euros (161,49 millones de dólares) que la heredera de L’Oréal había aportado a sus empresas.
Fuente: El Nacional