Fuertes enfrentamientos en Hong Kong
Una enfurecida multitud contraria a las protestas pro democracia que han paralizado zonas de Hong Kong durante más de dos semanas cargó el lunes contra las barricadas empleadas por los manifestantes, enfrentándose contra la policía en un intento de atacar la zona de protestas.
Varios cientos de los rivales anti protestas corrieron hacia las barreras coreando «¡Abrid la calle!». También gritaron «Occupy Central es ilegal», en referencia a uno de los nombres del movimiento pro democracia que ha sacudido la ex colonia británica.
Conductores de taxis se sumaron a la multitud, algunos de ellos conduciendo sus coches hasta las barricadas y haciendo sonar las bocinas para expresar su descontento por las interrupciones de tráfico.
Una línea de policías contuvo a la multitud, manteniéndola separada de los manifestantes al otro lado de las barreras.
El manifestante Alex Kwok dijo haber recibido un arañazo en el brazo tras ser atacado por varios hombres a los que acusó de ser miembros de las tríadas, o pandillas de crimen organizado.
La tensión se relajó más tarde cuando la mayoría de la multitud se dispersó. La policía se llevó a algunos hombres enmascarados dentro de la zona de protesta que intentaron iniciar peleas con los manifestantes, y más tarde anunció la detención de tres hombres, de entre 18 y 47 años, sospechosos de agresión y de portar armas.
No estaba inmediatamente claro quién convocó la marcha anti protestas.
Los manifestantes han inundado las calles de Hong Kong desde el 28 de septiembre, en un movimiento de desobediencia civil contra la restricciones que quiere imponer Beijing sobre las primeras elecciones directas del líder de la ciudad, previstas para 2017. Los inconformes quieren que las autoridades eliminen el plan de que un comité pro Beijing filtre a los candidatos de las elecciones.
También han pedido la dimisión del director ejecutivo actual de la ciudad, Leung Chun-ying, que ha rechazado la petición.
Los tumultos del lunes se produjeron después de que la policía retirase el lunes temprano algunas barricadas usadas por manifestantes en la zona exterior de protestas.
Los agentes señalaron que la operación —realizada al amanecer, cuando suele haber menos manifestantes— no estaba dirigida a despejar la zona, sino sólo aliviar la congestión de tráfico para los ciudadanos que iban a trabajar.
El portavoz policial Steve Hui dijo más tarde que los agentes continuarían reduciendo la zona de protestas y que cualquiera que se resistiera sería arrestado.
Decenas de miles de manifestantes han ocupado ajetreadas calles ante la sede del gobierno, así como en dos bulliciosos barrios comerciales de Hong Kong, para presionar por sus demandas, aunque la cantidad de asistentes se ha ido reduciendo.
Información El Nacional