El Reino Unido se sumará a los bombardeos contra Estado Islámico
LONDRES, (AFP) – El Reino Unido se sumará a la ofensiva aérea contra Estado Islámico en Irak tras recibir este viernes permiso del Parlamento, justo cuando los bombardeos obligaron a los yihadistas a dejar de extraer petróleo.
Los diputados dieron luz verde por 524 votos a favor y 43 en contra. Si Cameron quiere extender la campaña a Siria, como ha hecho Washington, tendrá que volver al Parlamento (Bagdad ha pedido a varios gobiernos extranjeros esa ayuda, a diferencia de Damasco).
«Se trata de una misión que va durar no solo meses sino años, pero creo que tenemos que estar preparados para ese compromiso», dijo Cameron a los diputados.
El líder de la oposición laborista, Ed Miliband, dio su apoyo al gobierno pero dijo que hará falta algo más que bombardeos.
«Tenemos que aprender las lecciones del pasado y ser claros con los británicos, eso significa disponer de una estrategia global, humanitaria y política, además de militar», sostuvo Miliband.
Un diputado laborista, Rushanara Ali, dimitió en protesta por el apoyo de su grupo.
Estado Islámico suspendió la extracción de petróleo en seis campos que controla en Deir Ezor, en el este de Siria, por miedo a los bombardeos estadounidenses, quedándose así sin una importante fuente de ingresos, informaron este viernes habitantes de la zona.
Por otra parte, Turquía dio a entender que podría unirse a la coalición militar liderada por Estados Unidos que lleva a cabo estos bombardeos en Siria e Irak.
«La extracción del petróleo cesó a causa de la situación de inseguridad. Todos los campos están parados con la excepción del de Coneco que suministra el gas necesario para la producción eléctrica de seis provincias», afirmó a la AFP Leith al Deiri, que vive en la ciudad de Deir Ezor.
«La extracción en los campos se ha suspendido temporalmente. No hay intermediarios ni clientes que vayan a los campos porque tienen miedo de los bombardeos», aseguró Rayan al Furati, quien se fue de Deir Ezor hace diez días pero sigue en contacto con habitantes de la provincia.
«Antes había mucha gente y había que esperar cuatro días para ser servido por lo fuerte que era la demanda», añadió, y precisó que «ninguno de los campos sufrió daños porque los ataques de la coalición se centraron en las refinerías».
Desde julio, el EI controla la mayoría de la provincia petrolera de Deir Ezor y la mayor parte de los campos petroleros de la región, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), una ONG con sede en Gran Bretaña.
El EI produce más petróleo que el gobierno sirio. El ministerio de Petróleo sirio estima que los yihadistas extraen 80.000 barriles diarios mientras que la producción gubernamental cayó hasta los 17.000 barriles diarios.
Valérie Marcel, una investigadora asociada al instituto Chatham House de Londres, asegura sin embargo que el EI sólo produce 50.000 barriles diarios en Irak y en Siria.
El Reino Unido no fue el único en anunciar su participación en la campaña estadounidense. Holanda, Bélgica y Dinamarca pusieron a disposición de la coalición aviones de combate F-16, mientras que Australia y Grecia anunciaron la entrega de material militar a los combatientes kurdos en Irak.
Por su parte, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan aseguró el viernes que la posición de su país sobre la lucha contra el EI había cambiado tras la liberación de un grupo de rehenes turcos, dando a entender que podría unirse a la coalición militar internacional contra el grupo yihadista.
En la frontera de Turquía con Siria, cientos de kurdos turcos derribaron la valla que separa a ambos países e ingresaron en territorio sirio con el fin de unirse a las fuerzas kurdas que luchan contra los yihadistas, constató la AFP.
Según los servicios secretos estadounidenses, más de 15.000 combatientes de más de 80 países diferentes se unieron a las filas de los grupos yihadistas en Irak y en Siria.
En este sentido, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas instó el miércoles a los Estados, que temen atentados al regreso de estos combatientes a su territorio, a impedir a sus ciudadanos enrolarse en estos grupos extremistas.