El papa afronta un tercer año de mandato con múltiples desafíos
Ciudad del Vaticano, Santa Sede | AFP | El año 2015 se anuncia muy cargado para el intrépido papa Francisco, con viajes a los cuatro rincones del planeta, una encíclica sobre el medioambiente, la reforma del gobierno de la Iglesia o un nuevo sínodo sobre la familia.
El pontífice argentino no tendrá descanso ya que, pasadas las fiestas, reunirá a los embajadores para explicarles el papel que desempeñó la Iglesia católica en la reconciliación entre Cuba y Estados Unidos.
También hablará de la «tercera guerra mundial en cuotas» que denunció en octubre pasado.
El 12 de enero, Francisco, de 78 años, emprenderá un viaje a Sri Lanka y Filipinas, cuyo momento culminante será el 18 de enero en Manila, donde celebrará una misa ante cientos de miles de fieles.
Durante la gira el primer papa latinoamericano irá al encuentro de Asia, un mosaico de múltiples religiones que le fascina, con la mirada puesta siempre en China.
El Vaticano sueña con la posibilidad de lograr un acercamiento con el gigante asiático.
En febrero, Francisco presidirá un consistorio, que reúne a todos los cardenales del mundo, para exponer su proyecto de reforma de la curia, el gobierno central de la Iglesia.
En esa ocasión, creará una decena de cardenales.
La reunión podría ser extremadamente tensa después de que el papa lanzara en diciembre, con un lenguaje poco diplomático que sorprendió a los observadores, una seria advertencia a la curia.
Al presentar los saludos navideños a la curia, en la Sala Clementina del Vaticano, el papa reseñó las 15 enfermedades que la amenazan, incluyendo la sed de poder, la arrogancia y la corrupción.
La reforma de la curia es la más importante del Vaticano después de la económica y financiera puesta en marcha cuando asumió el destino de la Iglesia católica.
En la primavera boreal está prevista la publicación de una encíclica sobre la ecología humana y el medioambiente, un texto en el que el papa lleva meses trabajando.
En el Vaticano no se descarta la posibilidad de una cumbre interreligiosa sobre ese tema pocos meses antes de la Conferencia de París sobre el clima, programada para finales de 2015.
A mediados de diciembre, ante los obispos franceses, el papa enumeró la lista de ocho o nueve viajes previstos en 2015, sin que trascendieran los nombres de los países.
Cuatro o cinco ya están programados, entre ellos un viaje a Estados Unidos a fines de septiembre para asistir al Encuentro Mundial de las Familias en Filadelfia.
Durante ese viaje, el papa irá a Washington y a Nueva York, donde debe pronunciar un discurso ante la ONU.
Francisco irá también a la frontera con México, por donde transitan cientos de miles de latinoamericanos que aspiran a instalarse en Estados Unidos.
El papa podría visitar dos países latinoamericanos, los más citados son Bolivia y El Salvador, cuyo arzobispo mártir, monseñor Oscar Romero, asesinado en 1980, podría ser beatificado próximamente.
Probablemente el pontífice también viaje a África, continente que todavía no visitó. El país elegido podría ser Uganda para participar en la conmemoración de la canonización de 22 mártires por parte del papa Pablo VI en 1964.
También están programados un viaje a España, donde visitará Ávila, la ciudad de Santa Teresa de Jesús, y Francia, con visitas a París, Lourdes y otra ciudad aún no designada.
Sin embargo, la agenda del papa está tan cargada que es imposible que la visita a Francia se aplace a 2016.
En 2015 el papa abordará dos temas importantes para la Iglesia.
Uno de ellos es la celebración del «Año a la vida consagrada», que concierne a unos 710.000 religiosas y 55.000 religiosos (no sacerdotes) en el mundo.
El papa dedicará una importante actividad para tratar el problema de la caída de las vocaciones, el envejecimiento de los religiosos y los problemas financieros.
El otro acontecimiento, en el cual el papa se juega su popularidad y parte de su poder, es el segundo sínodo dedicado a la familia, previsto en otoño (boreal).
El primer sínodo sobre este tema, en octubre pasado, dio lugar a importantes discusiones sobre cuestiones delicados como el lugar en la Iglesia de los divorciados que volvieron a casarse, los homosexuales, la poligamia y los casamientos interreligiosos.
Para el papa el éxito de ese sínodo, que preparará meticulosamente, el objetivo principal de este año que se anuncia lleno de desafíos.