El gobierno de Hong Kong anula diálogo con los estudiantes prodemocracia
HONG KONG, (AFP) – El gobierno de Hong Kong anuló este jueves un encuentro previsto con estudiantes pro democracia, que buscaba poner fin a más de una semana de manifestaciones que siguen paralizando varios puntos de la ciudad.
«Las bases para un diálogo constructivo se han visto minadas. Es imposible tener mañana un encuentro fructuoso», declaró la número dos del ejecutivo local, Carrie Lam.
La funcionaria atribuyó el deterioro de la situación a los líderes estudiantiles, por los comentarios hechos últimamente.
El lunes, este importante centro financiero recuperó su actividad normal después de más de una semana con fuertes perturbaciones, en la que se suspendieron servicios públicos de transporte y se cerraron escuelas y negocios.
Sin embargo, un reducido número de manifestantes sigue ocupando tres puntos de la ciudad, donde las calles están bloqueadas por unas barricadas, lo que provoca inmensos embotellamientos.
Antes de la anularse el encuentro previsto con las autoridades el viernes, uno de los líderes del movimiento, Alex Chow, dijo este jueves que los manifestantes no se retirarán, y que por el contrario extenderán su movimiento de ocupación si no obtienen concesiones por parte del poder.
«Sin ideas concretas sobre la forma de solucionar el conflicto, el pueblo de Hong Kong no se va a retirar», declaró Chow, presidente de la Federación de Estudiantes.
«El movimiento, por tanto, debe ir adelante», dijo. «Los estudiantes irán a ocupar otros lugares» si no se satisfacen sus demandas, advirtió.
Lam dijo que debe cesar la ocupación «ilegal» de esos tres puntos que siguen paralizados, y que el diálogo «no puede servir de excusa para incitar a más gente a unirse a las protestas».
Los manifestantes prodemocracia quieren poder elegir en 2017 un jefe del gobierno local que no cuente necesariamente con la aprobación del ejecutivo central chino, como pretende Pekín.
También exigen la dimisión del actual jefe del gobierno hongkonés, Leung Chun-ying, al que consideran una marioneta de Pekín.