Detener el Ébola «no será fácil» y tomará «meses» de trabajo
MONROVIA, (AFP) – El director adjunto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la seguridad sanitaria, Keiji Fukuda, advirtió el viernes en Liberia que detener la epidemia de Ébola «no será fácil» y tomará «varios meses de trabajo encarnizado».
«No será fácil. Esperamos varios meses de trabajo encarnizado, varios meses para luchar contra esta epidemia», declaró Fukuda en conferencia de prensa en Monrovia con el coordinador de la ONU contra el Ébola, el médico David Nabarro.
La epidemia del Ébola sigue ganando terreno en Liberia, el país más afectado por este virus, al tiempo que la muerte de 13 personas por una fiebre «de origen indeterminado» en República Democrática del Congo despierta inquietudes.
La OMS registra ya 2.615 casos de Ébola, de los cuales 1.427 muertes en cuatro países de Africa occidental, según el último balance hasta el 20 de agosto publicado este viernes.
El anterior balance al 18 de agosto registraba 2.473 casos, de los cuales 1.350 muertos.
En dos días, 19 y 20 de agosto, se registraron 142 nuevos casos de Ébola y 77 muertes suplementarias.
Liberia sigue siendo el país más afectado, con 1.082 casos (+110), de los cuales 624 muertos (+48). En Guinea en esos dos días se registraron 28 casos más, llevando el número de enfermos a 607. Hubo 10 muertos, aumentando la cifra total a 406.
En Sierra Leona hay 910 casos (+3) y el número de fallecimientos subió a 392 (+18). En Nigeria, la epidemia mató a una persona más y el balance de muertos es de 5 y 16 enfermos(+1).
Por primera vez se registraron casos de Ébola en el sureste de Liberia, cerca de la frontera con Costa de Marfil, informaron el viernes varias fuentes.
Se trataba de «la última región librada» de esta epidemia que está asolando a África del Oeste desde principios de año, afirmó George Williams, secretario general del sindicato de los servicios de salud del país.
Hay «dos muertos en Gbokon-jelee», una ciudad del sureste que atrae a un gran número de comerciantes de oro de todo el país, e incluso de Costa de Marfil.
El coordinador de la ONU contra el Ébola, el doctor David Nabarro, había llegado el jueves a este país en plena tormenta sanitaria, en su primera etapa de una gira en los cuatro países afectados (Liberia, Sierra Leona, Guinea y Nigeria).
El reto consiste en poder hacer frente a un nuevo brote «en caso de que sea necesario», explicó el jueves a la AFP este epidemiólogo británico desde Conakry.
Se considera a Liberia como el país menos preparado de los cuatro afectado para hacer frente a la epidemia, tomando en cuenta el irrisorio número de médicos con los que cuenta: 0,1 para 10.000 habitantes, frente a 2,6 en promedio en África, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Asimismo, el único crematorio del país está abarrotado de decenas de cuerpos recogidos diariamente, según la Cruz Roja liberiana.
Esta epidemia es sin precedentes desde el descubrimiento de esta enfermedad en 1976.
«Los sistemas de salud de los países afectados tenían problemas antes (de la epidemia). Ahora están desbordados», señaló la representante especial del secretario general de la ONU para Liberia, Karin Landgren.
Un avión ruso con un equipo de virólogos y un laboratorio móvil llegó el viernes a la capital guineana.
‘Plan de operaciones por país’
República Democrática del Congo anunció la noche del jueves la muerte de 13 personas por una fiebre hemorrágica «de origen indeterminado» en la misma provincia congoleña del Ecuador (noroeste) en donde se descubrió el virus del Ébola por primera vez en 1976.
Pero la OMS y Médicos sin Fronteras (MSF) afirmaron el viernes que era demasiado pronto para hablar de una fiebre hemorrágica.
«Muchos murieron presentando síntomas hemorrágicos, pero hay también paludismos graves que crean este tipo de síntomas, o la fiebre tifoidea», declaró a la AFP, bajo condición de anonimato, un responsable de la OMS basado en Kinshasa.
Se hicieron análisis y se conocerán los resultados «en siete días», indicaron las autoridades de RDC.
La OMS trabaja en la preparación de un «documento de operaciones» para guiar la lucha contra la enfermedad.
«Se tratará de un plan de operaciones por país», explicó desde Ginebra un portavoz de la organización, Fadela Chaïb.
Un destello de esperanza apareció sin embargo con «la mejora significativa», según la OMS, del estado de salud de un médico y una enfermera que reciben un suero experimental estadounidense, el ZMapp.
En Estados Unidos, las dos primeras personas que recibieron este suero experimental, un médico y una misionera de la organización caritativa Samaritan’s Purse, salieron curados del hospital, donde habían sido ingresados después de ser repatriados.