Cuba rechaza su inclusión en lista de países patrocinadores de terrorismo de EEUU
LA HABANA, (AFP) – Cuba rechazó «enérgicamente» su inclusión en la lista de países patrocinadores del terrorismo de Estados Unidos y la consideró una maniobra para justificar el embargo que le mantiene Washington, en una declaración de la cancillería publicada este jueves.
Cuba «rechaza enérgicamente la manipulación de un tema tan sensible como el terrorismo internacional para convertirlo en instrumento de la política contra Cuba y demanda que se excluya definitivamente a nuestro país de esta lista espuria, unilateral y arbitraria», señaló la nota, publicada en la prensa local.
Según el comunicado, la inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo es usada por Washington para «justificar a toda costa el bloqueo, fracasado y unánimemente rechazado por la comunidad internacional», que mantiene Washington desde 1962.
La Habana negó además la acusación de ser santuario de «fugitivos» de la justicia estadounidense.
«A algunos de estos ciudadanos se les concedió asilo legítimamente, mientras que otros que cometieron delitos en los Estados Unidos, fueron debidamente juzgados y sancionados, y decidieron residir en Cuba tras el cumplimiento de sus sentencias», señaló el texto oficial.
La cancillería precisó además que el mismo informe estadounidense reconoce que «el Gobierno de Cuba apoyó y auspició negociaciones entre las FARC y el Gobierno de Colombia con el objetivo de lograr un acuerdo de paz entre ambas partes».
Uno de los elementos reprochados a la isla es el de albergar y apoyar a miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El informe norteamericano, dice Cuba, reconoce que «no hay información de que el gobierno cubano haya suministrado armamento o dado entrenamiento paramilitar a grupos terroristas» y que «miembros de ETA residentes en Cuba fueron reubicados con la cooperación del gobierno español».
Un grupo de miembros de la organización separatista vasca ETA fueron acogidos en Cuba en la década de los años 1990 por acuerdo entre los mandatarios de entonces, Fidel Castro y Felipe González.
«Cuba es uno de esos países que, por defender su independencia y dignidad, sufrió durante décadas las consecuencias de actos terroristas, organizados, financiados y ejecutados desde el territorio de los Estados Unidos, con un saldo de 3.478 muertos y 2.099 discapacitados», concluyó la cancillería.