Cuatro muertos, dos decapitados, por una rebelión carcelaria en Brasil
Las autoridades negociaban el fin de un violento motín en una cárcel de Cascavel, en el estado de Paraná (sur de Brasil), que ha dejado cuatro reos muertos -dos de ellos decapitados- mientras dos agentes penitenciarios fueron tomados como rehenes.
“La Policía Militarizada del estado de Paraná cercó el centro carcelario”
«Las negociaciones se retomaron esta mañana. Hay acuerdos avanzados y esperamos que durante el día el tema se solucione», dijo Elson Faxina, asesor de comunicaciones de la secretaría de Justicia de Paraná, a la AFP.
La rebelión es protagonizada por cerca de 800 de los 1,040 presos de la Penitenciaría Estatal de la ciudad de Cascavel, que reivindican mejores condiciones de infraestructura, alimentación e higiene, así como el fin de supuestos abusos y actos violentos por parte de la guardia carcelaria.
Los amotinados decapitaron a dos de los presos, entre ellos un expolicía, y arrojaron a tres personas desde un tejado a una altura de unos 15 metros (49 pies), dos de las cuales murieron en el hospital al que fueron ingresados, según el Departamento Penitenciario de Paraná (Depen).
El organismo informó igualmente de que algunos internos han sido trasladados con heridas a centros médicos y que otros presos permanecen heridos en la unidad carcelaria sin ningún tipo de atención.
La rebelión comenzó hacia las 7:00 hora local cuando uno de los guardias se disponía a servir el desayuno y fue tomado como rehén. Otro guardia también fue hecho rehén por los amotinados.
A pesar de que los presos ya habían amenazado con una protesta contra la violencia de sus carceleros tan sólo diez guardias tomaban cuenta del presidio a la hora del incidente.
Los amotinados ocuparon el tejado del presidio, a donde llevaron a los rehenes y en donde le prendieron fuego a varios colchones.
Las autoridades penitenciarias trasladaron a otro centro carcelario a 77 de los internos que eran amenazados por los amotinados.
La Policía Militarizada del estado de Paraná cercó el centro carcelario a la espera de las negociaciones adelantadas por oficiales de la corporación y funcionarios del Depen.
Los amotinados expusieron en el tejado letreros con las siglas PCC, en referencia al Primer Comando de la Capital, la mayor organización criminal del estado de Sao Paulo y que es comandada desde las prisiones.
Información Univisión